“Revisamos la configuración de nuestro vehículo desde la parte superior de la nave espacial hasta la parte inferior del cohete, incluidos el sistema de terminación de vuelo y las baterías que ya reiniciamos”, dijo en una teleconferencia Jim Free, administrador asociado de la NASA para el desarrollo de sistemas de exploración y que fue escuchado por miles de personas que veían la transmisión en directo de la NASA.
Los responsables de la misión aseguraron que se solventaron definitivamente una serie de problemas derivados del paso del huracán Nicole por Cabo Cañaveral la semana pasada, que obligó a retrasar el intento de lanzamiento anterior.
Inicialmente, el equipo de sellado del sistema para abortar un lanzamiento quedó suelto a causa del embate de los vientos de Nicole sobre la plataforma del centro espacial, desde donde despegó el enorme y costoso cohete SLS con la cápsula Orion en la punta.
Según el blog de la misión, los ingenieros examinaron detalladamente “la masilla en una costura entre una ojiva en el sistema de aborto de lanzamiento de (la nave) Orion y el adaptador del módulo de tripulación” y los riesgos potenciales si se desprendiera durante el lanzamiento, pero no ocurrió de esa manera.
El objetivo de esta misión no tripulada es poner a prueba las capacidades del cohete SLS y de la nave Orión antes de un viaje tripulado previsto, en principio, para 2024.
El objetivo general del programa Artemis de la NASA es devolver a los humanos a la luna por primera vez en medio siglo y la misión Artemis I, que se espera que sea la primera de muchas, sentará las bases, probando el cohete y la nave espacial y todos sus subsistemas para garantizar que sean lo suficientemente seguros para que los astronautas vuelen a la luna y regresen.
Cincuenta años después de la última misión Apolo, este vuelo de prueba no tripulado, que sobrevolará la Luna sin aterrizar en su superficie, busca confirmar si el vehículo es seguro para una futura tripulación.
Misión de 25 días
Después de los problemas técnicos, dos huracanes amenazaron al cohete en sendos intentos.
El cohete SLS de 98 metros de altura tuvo que ser devuelto a finales de septiembre a su edificio de ensamblaje, a pocos kilómetros de distancia, para protegerlo del huracán Ian, lo que pospuso el despegue varias semanas.
Después, cuando ya estaba en su plataforma de lanzamiento, tuvo que enfrentar los vientos del huracán Nicole hace menos de una semana.
La tormenta causó daños a una fina capa de sellante en la parte superior del cohete, pero la NASA consideró el lunes que el riesgo era mínimo.
En total, el programa acumula varios años de retraso y se ha vuelto imperativo para la NASA completar con éxito la misión, que cuesta varios miles de millones de dólares.
Inmediatamente después del lanzamiento, las tripulaciones del centro de control en Houston, Texas, se encargarán.
La cápsula Orion será impulsada por dos propulsores y cuatro potentes motores debajo de la sección principal, los cuales se separarán apenas unos minutos más tarde. Después de un último envión desde el tramo superior, la cápsula estará camino a la Luna, a la que tardará varios días en llegar.
Allí se colocará en una órbita distante, aventurándose incluso a posicionarse hasta 64 mil km detrás de la Luna, más lejos que lo efectuado por cualquier otra nave espacial tripulada a la fecha.
Luego la cápsula iniciará su retorno a la Tierra. Su escudo térmico, el más grande jamás construido, tendrá que soportar una temperatura equivalente a la de la mitad de la superficie del Sol cuando atraviese la atmósfera.
Si el despegue se concreta este miércoles, la misión duraría un total de 25 días y medio, con amerizaje en el Pacífico el 11 de diciembre.
El cohete SLS, le ha costado a la NASA unos 4 mil millones de dólares.
Experimento guatemalteco
Aporte de guatemaltecos
Además, el artículo mostró el trabajo de Eileen Meda, una estudiante de Ingeniería Mecánica Industrial de la Universidad del Valle en Guatemala, en la elaboración de una pieza de termoplástico, un material que puede soportar temperaturas extremas que será de utilidad para uno de los hardware especiales que acompañará a Artemis I, llamado PLASM.
“Eileen Meda debía ser precisa. Sosteniendo la pieza con la mano izquierda y la herramienta con la derecha, la estudiante de Ingeniería Mecánica industrial pulió como una artesana los bordes del termoplástico“, resalta el artículo.
Este hardware, desarrollado en BioServe Space Technologies, permitirá un experimento biológico llamado Genómica de la radiación en el espacio profundo (DSRG en inglés) que fue seleccionado por el departamento de Ciencias Biológicas y Físicas (BPS en inglés) de la NASA.
Cuando despegue, #Artemis I llevará un pedacito de Guatemala a la órbita de la Luna.
Estudiantes de la @uvggt manufacturaron componentes del hardware para un experimento biológico seleccionado por @NASASpaceSci para viajar a bordo de la nave Orion: https://t.co/VoACF5QTdd pic.twitter.com/8zWaCaAmSh
— NASA en español (@NASA_es) August 23, 2022
El objetivo de la BPS es realizar investigaciones de biología espacial que ayuden a los seres humanos a buscar formas más eficientes de prosperar en el espacio profundo.
Por su parte, DSRG se encargará de estudiar el efecto de la radiación espacial en microorganismos. Será uno de los cuatro experimentos que viajará de ida y de vuelta a bordo de la nave Orion, en Artemis I.
“Para que los astronautas vivan y trabajen de forma segura y sostenible en la Luna, y más adelante en Marte, debemos entender primero cómo la elevada radiación ionizante, la alteración de la gravedad y la alteración de la atmósfera afectarán nuestra capacidad para prosperar”, dijo Craig Kundrot, director de la División de BPS de la NASA.
DSRG es liderado por Luis Zea, ingeniero y científico guatemalteco que se desempeñó en jefe de implementación e investigador principal en proyectos de BioServe Space Technologies, en la Universidad de Colorado Boulder.
And includes components developed in #Guatemala by Universidad del Valle de Guatemala @uvggt student team led by Prof. Andrés Viau & Rodrigo Aragón. Left to right: Esteban Herbruger, Iñaki Alvarado, Prof. Aragón, Prof. Viau, Diego Aguirre, Eileen Meda, and Diego Hernandez (4/n) pic.twitter.com/uIHQSIZulJ
— Luis Zea (@SpaceLuisZea) November 10, 2020
Este será un experimento biológico que llevará células de levadura que serán expuestas a la radiación cósmica durante el viaje y se estudiará su efecto sobre el ADN de estas.
“La razón por la cual estamos hablando levaduras es porque más del 70 por ciento de su genoma tiene equivalentes en el genoma humano“, dice Zea en el artículo de la NASA.