En tercer lugar figura la derechista Gran Alianza por la Unidad (GANA) con 160.064 votos, seguido del Partido de Concertación Nacional (PCN) con 154.833 en cuarto puesto y en quinto lugar el centrista Partido Demócrata (PDC) con 39.605 votos.
El TSE no presenta datos porcentuales de los votos dada la complejidad del sistema de elección legislativa de El Salvador, que permite votar por listas partidarias, candidatos individuales o alianzas de partidos.
Arena comenzó a celebrar su triunfo, que incluyó la contienda municipal, al recuperar la alcaldía de la capital San Salvador con su candidato Ernesto Muyshondt, quien venció a Jackeline Rivera del FMLN.
“Vamos a poner la alcaldía de San Salvador al servicio de la gente y vamos a hacer obras que permitan la transformación de San Salvador”, dijo Muyshondt, durante un acto de celebración en la sede de su partido en la capital.
“El FMLN debe iniciar una profunda reflexión de cuáles fueron las causas de la derrota”, opinó el analista y profesor universitario Roberto Cañas.
Por el FMLN, el primero en reaccionar fue el secretario de Comunicaciones de la presidencia, Eugenio Chicas, quien anticipó “una detenida reflexión” para determinar “en qué le hemos fallado a la gente”.
Unos 5,1 millones de ciudadanos fueron convocados pero el magistrado del TSE Arturo Argüello reconoció que hubo una baja afluencia de votantes, aunque aclaró que es una situación “normal” en elecciones legislativas y municipales, que nunca han sobrepasado 50%.
Algunos salvadoreños justificaron la apatía ciudadana por la insatisfacción con los políticos en uno de los países más violentos del mundo.
En la elección se disputaron 84 escaños del Congreso unicameral y los puestos de alcaldes y concejales de los 262 municipios del país, que deberán asumir funciones el 1 de mayo.
Gobernabilidad complicada
Los resultados, señalan analistas, pueden dificultar al presidente Salvador Sánchez Cerén, la gobernabilidad para su último año de mandato, que concluye en junio de 2019.
Si al final del escrutinio, la izquierda “tiene 28 o menos (diputados) el escenario para el FMLN es complicadísimo” en virtud que estaría fuera de las discusiones que requieren de mayoría calificada”, como la aprobación de préstamos y elecciones de jueces de la Corte de Justicia y el fiscal, anticipó el politólogo Alvaro Artiga.
En el Congreso actual, Arena tiene 35 diputados, el FMLN 31 y otros tres partidos minoritarios suman 18, por lo que el gobierno ha tenido que negociar para llegar a acuerdos y en ocasiones ha sido bloqueado.
Para el analista y académico Dagoberto Gutiérrez, la gobernabilidad pasa por que el gobierno tenga “la madurez de negociar, dialogar y no tratar de imponer ante una oposición que muchas veces es caprichosa”.
“El gobierno está en su recta final, entonces si quiere terminar bien, debe ser hábil, dialogar, no solo con la Asamblea Legislativa, sino con otras fuerzas vivas de la sociedad”, consideró Gutiérrez.
Contra la criminalidad
Pero la gobernabilidad no es lo único en juego para el ejecutivo: también es vital el apoyo desde el Congreso a leyes para el combate a la violencia criminal, en un país que en el 2017 registró una tasa de 60 homicidios por cada cien mil habitantes, una de las más altas del mundo.
Aunque las muertes violentas han disminuido desde 103 homicidios por cada cien mil habitantes en el 2015, El Salvador aún figura como una de las naciones sin guerra más violentas del mundo, en gran parte por la lucha fratricida de las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18.
El analista y abogado Felix Ulloa recordó que la violencia criminal es uno de los principales problemas para los salvadoreños, y por ello el tema es y seguirá siendo utilizado por la oposición.
“El Gobierno no solo debe ofrecer represión como solución, hay que apostar por la prevención, generación de oportunidades para los jóvenes en zonas de riesgo”, indicó Ulloa.