Charles Otegbabe, encargado de operaciones de búsqueda y rescate de la agencia, recibió a los recién llegados en el poblado de Gaidam, en el estado nororiental de Borno.
“No había agua, hacía mucho calor. Cayeron al suelo y murieron. Nadie tenía energía para ayudarles y tuvimos que dejarlos allí”, Auwal, refugiado de 22 años.
“No había agua, hacía mucho calor. Cayeron al suelo y murieron. Nadie tenía energía para ayudarles y tuvimos que dejarlos allí”, Auwal, refugiado de 22 años.
“Pensamos que serían unos dos mil, pero ya hemos recibido a más de tres mil y siguen llegando” , dijo.
Dejaron todo
Los refugiados dijeron que cientos más estaban en camino.
“No nos dieron tiempo siquiera a recoger nuestras ropas. Tuvimos que abandonarlo todo” , dijo Lubabatu Isa, una mujer de 21 años que llevaba un niño pequeño a la espalda.
Isa y Nura Auwal, otra refugiada, dijeron que una docena de personas habían muerto durante la caminata de tres días hasta la frontera. Auwal dijo que entre los fallecidos estaba Fatima Hassan y sus mellizos recién nacidos.