En un comunicado atribuido por medios locales al Consejo y al que ha tenido acceso EFE, la dirección del grupo critica que Mansur ha sido “impuesto” como nuevo jefe y pide a los insurgentes que no juren lealtad a ningún líder mientras dura el luto por Omar.
Añade que su nombramiento va en contra del islam y avanza que tendrá lugar una nueva elección con la participación de varios sectores islamistas cuando finalicen los tres días de luto decretados por los talibanes.
“El Consejo Supremo del Emirato Islámico (como se llaman los talibanes) y la familia del último Amir-ul Momineen (Príncipe de los Creyentes) tienen intención de invitar a una concurrencia de miembros del consejo, la ulema y figuras nacionales para tratar el nombramiento de un nuevo líder” , indica el Consejo.
La familia de Omar ya abogó ayer por una elección con la participación de esos sectores para cumplir con los deseos de “unidad y armonía” del fundador del grupo, según un mensaje de audio recogido por Efe y que medios paquistaníes atribuyeron a su hermano el mulá Abdul Manan.
Manan advirtió de que la familia no ha jurado lealtad a nadie y no “está preparada para ponerse del lado de nadie en caso de desacuerdo” .
“Nuestra petición especial es para la ulema (doctores en la ley islámica) que, en vez de posicionarse y jurar lealtad a alguien, debe tratar de resolver las discrepancias” , manifestó el mulá en su mensaje.
Después de que la cúpula talibana anunciase la elección, la rama de comunicación del grupo insurgente divulgó un vídeo en el que centenares de milicianos prometen fidelidad a Mansur y que ha sido difundido por medios afganos y paquistaníes.
“Relatos llegados de todo Afganistán dicen que reconocidos eruditos, santos, líderes yihadistas provinciales, muyahidines, ancianos tribales, figuras influyentes y locales comunes (…) se reunieron en sus respectivas áreas el sábado para jurar lealtad al nuevo líder” , aseguraba una nota publicada anoche en la página web oficial del grupo.
Mientras se evidencian cada vez más las divisiones entre los talibanes, el Gobierno afgano ha asegurado que sólo los tendrá en cuenta como “grupo opositor armado” y no como sistema político durante las negociaciones de paz.
El proceso de diálogo entre ambas partes, que supuestamente ya generó en los últimos meses discrepancias en la formación insurgente, se suspendió temporalmente después de que el Ejecutivo confirmase el pasado miércoles la muerte del mulá Omar.
“El Gobierno afgano reconoce a los talibanes y a otros grupos opositores armados sólo como grupos opositores armados y los tratará en el diálogo de paz con ellos bajo este tratamiento” , sentenció anoche el palacio presidencial afgano en un comunicado.
Indicó que Afganistán tiene un Ejecutivo legítimo y no aceptará “ningún movimiento paralelo y opositor a su sistema político” , por lo que se enfrentará a ellos “con todo su poder nacional” .
Explicó que ha seguido de cerca el desarrollo de los últimos acontecimientos y cambios en la dirección de los talibanes y su facción red Haqqani, incluida la naturaleza de sus reuniones.
El gabinete anunció el miércoles el fallecimiento del mulá Omar en un hospital de Karachi (sur de Pakistán) en abril de 2013 y los talibanes lo confirmaron al día siguiente, aunque aseguraron que ocurrió en Afganistán.
Un día después de reconocer su muerte, el grupo nombró como nuevo líder al mulá Mansur, quien en un primer mensaje a sus miembros hizo un llamamiento a la unidad y se refirió a las negociaciones de paz, aunque no se posicionó de forma clara al respecto.
Mansur, número dos del mulá Omar desde el 2010 y ministro de Aviación en el Gobierno talibán en Afganistán entre 1996 y el 2001, está considerado un insurgente moderado, abierto a negociaciones de paz y cercano a Islamabad.