“Creo que no lo sabe. Hace muchísimos años que no fuma, pero nosotros lo que le estamos regalando es el esfuerzo que hemos hecho para conmemorar su cumpleaños”, precisó Cueto, quien comenzó a elaborar puros cuando tenía 14 años en su natal Villa Clara, en el centro de la isla.
Pero otra razón lo mueve a torcer sus megahabanos: “El tabaco cubano es el mejor del mundo y el mayor tabaco debe estar aquí, para hacerle honor a esto”.
Desde el 2 de agosto, apoyado por un grupo de colaboradores, Cueto trabajó unas 12 horas diarias para terminar el habano, con el que también aspira a alcanzar su sexto récord Guinness.
En la ceremonia de presentación del puro participó la encargada de negocios de la embajada británica en La Habana, Lesley Sunderson, quien servirá de testigo para la homologación del nuevo récord del cubano.
Los cinco premios Guinness anteriores, que exhibía el viernes en el salón de la histórica fortaleza, le fueron otorgados en el 2001 por un puro de 11.04 metros, en el 2003 (14.86 m), en el 2005 (20.41 m), en el 2008 (43.38 m) y en el 2011 (81.80 m).
Cuba se precia de cosechar el mejor tabaco del mundo, uno de sus principales productos de exportación, con ventas por US$428 millones en el 2015, según la empresa cubano-británica Habanos.S.A., que controla el 70% del mercado mundial.