Cruz había evitado hasta ahora llegar tan lejos en su postura migratoria y hace este giro a las puertas de las decisivos “caucus” (asambleas populares) republicanos de esta noche en Nevada, tras no haber cumplido las expectativas al quedar tercero en las primarias de Carolina del Sur.
El senador por Texas, hijo de un cubano, aseguró que si fuera presidente usaría el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) para localizar a los inmigrantes que viven en el país en situación irregular y los deportaría.
OReilly le planteó un escenario en el que un irlandés se queda en ese país más de lo que dura su visa con su mujer e hijos, para saber si, en ese caso, enviaría a los agentes a su casa y los deportaría.
“Por supuesto. Ahora no podemos hacer eso porque no tenemos el sistema de entrada y salida biométrica, por lo que no sabemos cuándo alguien se va”, respondió el senador.
Estas declaraciones contrastan con las que solo hace un mes hizo en la cadena CNN, en las que rechazaba la idea del magnate Donald Trump de crear una fuerza de deportación para expulsar del país a los inmigrantes indocumentados.
“Van a llamar en cada puerta en todo el país? No. Yo no pretendo enviar botas militares a llamar a cada puerta en el país. Así no es como nosotros hacemos cumplir la ley por ningún crimen” , dijo entonces Cruz.
El senador está en una dura competición con Trump, que lidera holgadamente la carrera republicana con un mensaje muy combativo sobre la inmigración irregular, y con Marco Rubio, que le pisa los talones y tiene el respaldo del “establishment” (grupo dominante) del partido.
“La gran diferencia entre Trump y Marco y yo es que ellos permitirían a esas personas convertirse en ciudadanos después de deportarlos, yo no” , esgrimió Cruz en la Fox para desmarcarse de sus rivales.
El magnate no tardó en responderle vía Twitter: “Esa es otra mentira loca” .
Cruz había tratado de mantenerse hasta ahora en un término medio entre el duro discurso de Trump en inmigración y la posición de Marco Rubio, que llegó a impulsar una ley para dar una vía a la ciudadanía a los inmigrantes documentados, aunque después dio marcha atrás.
El senador por Texas utiliza ese movimiento de Rubio en cada debate y mitin para presentarlo ante la base republicana como un candidato blando en inmigración y que cambia de postura en función del momento y la audiencia.
La irrupción y el dominio de Donald Trump en la campaña republicana con el discurso más duro en inmigración que ha tenido nunca un candidato en Estados Unidos ha forzado a sus rivales a endurecer sus posturas, especialmente ahora en tiempo de primarias, donde vota la base más conservadora.
El magnate parte como favorito para los “caucus” de esta noche en Nevada, un estado donde el voto latino es clave pero mayoritariamente demócrata.
Está por ver el resultado que obtendrán los dos candidatos hispanos. Rubio incluso vivió un tiempo con sus padres, inmigrantes cubanos, en Las Vegas.
Sin embargo, tanto él como Cruz sostienen posturas diametralmente opuestas a la de la mayoría de los votantes latinos, que además son tradicionalmente favorables a los demócratas al ver al Partido Republicano como una formación hostil y contraria a sus intereses, no solo en inmigración sino también en otros temas clave como las ayudas públicas.