De acuerdo a Sotheby’s, casa de subastas británica responsable de la venta de la joya, este diamante fue vendido por el equivalente a US$12.3 millones.
La compra histórica de esta pieza en forma de pera se hizo luego de que la casa de subastas anunciara que aceptaba ofertas en bitcoins y ethereum, reconocidas criptomonedas utilizadas para transacciones en línea, en adición a las demás formas de pago tradicionales.
A pesar de lo mediático de la noticia, Sotheby’s no reveló cual de las criptomonedas se había utilizado en la compra del diamante de 101 quilates.
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Según un comunicado de prensa, un “coleccionista privado anónimo” efectuó esta millonaria compra con criptomonedas, apoderándose así de “The Key 10138”, apodo con el que se conoce a este diamante.
En este comunicado oficial, Wenhao Yu, vicepresidente de Sotheby’s en Asia, informó que la venta de este diamante había atraído a “nuevos clientes mucho más allá del grupo tradicional de coleccionistas”.
Asimismo, Yu añadió que las compras por medio de criptomonedas atraen a una “generación digital inteligente”.
De acuerdo a información de la casa de subastas británica, este diamante es el segundo más grande en forma de pera que ha salido al mercado, razón por la cual es extremadamente raro.
De igual manera, esta joya entra en la clasificación de color “D”, el grado más alto concedido a los diamantes blancos y se encuentra verificado como interna y externamente impecable, lo que significa que es completamente claro y sin ningún defecto visible.