Cunha es el segundo en la línea de sucesión del Estado brasileño y podría convertirse en el primero si prospera el juicio político que tramita contra Rousseff y es separada del cargo por el Senado y sustituida por el vicepresidente Michel Temer a partir de la semana próxima.
La posibilidad de que Cunha asuma la presidencia en forma interina ante un eventual viaje de Temer al exterior, en caso de que éste sustituya a Rousseff, causó preocupación en el Supremo, que el jueves mismo tenía previsto analizar esa situación.
Sin embargo, Zavascki se adelantó y decidió por adoptar la medida cautelar, que atendió una petición formulada por la Procuraduría General.
Según la Fiscalía, Cunha se valió de su cargo para “intimidar parlamentarios, reos, testigos” y otros “agentes públicos” a fin de obstaculizar las investigaciones en su contra por las corruptelas en la petrolera estatal, de las que habría obtenido unos cinco millones de dólares que ocultaba en unas cuentas secretas en bancos suizos.
Además de los procesos en la Corte Suprema, el Consejo de Ética de la Cámara Baja investiga si Cunha mintió al Congreso al negar la existencia de esas cuentas, que fueron confirmadas por la propia justicia helvética, que colabora con las autoridades brasileñas.
Cunha es actualmente el segundo en la línea de sucesión presidencial y, si Rousseff es suspendida por el Senado para iniciar un juicio de destitución, quedará como el primero en la línea detrás del vicepresidente Michel Temer, que reemplazaría a la mandataria.
La decisión del Senado está prevista para el 11 de mayo.
Polémico y poderoso legislador que se convirtió en la némesis de Rousseff, Cunha es además el único político protegido por fueros que está siendo juzgado por la corte suprema en una causa que indaga si cobró al menos 5 millones de dólares para facilitar un negocio con navíos sonda en la estatal Petrobras.
En diciembre, cercado por denuncias en su contra y amenazado en la propia cámara de diputados con perder su mandato por faltas éticas, autorizó un pedido de impeachment contra la presidenta por supuesta manipulación de las cuentas públicas.
Ese proceso dejó a Rousseff al borde de perder la presidencia de una de las mayores economías del mundo y desató una crisis política sin precedentes en la historia moderna del país.