Mientras varias ciudades estadounidenses registraban protestas, comenzaba una megaconcierto por medio de internet para aliviar el confinamiento que mantienen cerca de 4 mil 500 millones de personas, más de la mitad de la población mundial.
El concierto virtual, en apoyo al personal de la salud en el mundo, reúne entre otros, a estrellas como Taylor Swift, The Rolling Stones, Annie Lennox, Luis Fonsi, Elton John, Jennifer López, Celine Dion, Paul McCartney, Stevie Wonder y Billie Eilish.
En Estados Unidos, centenares de manifestantes desafiaron en las calles a las autoridades de estados gobernados por demócratas que mantienen las medidas de confinamiento.
Cerca de 400 personas se reunieron bajo una lluvia fría en Concord, New Hampshire, muchas a pie y otras en sus automóviles, para protestar contra las cuarentenas prolongadas en un estado con relativamente pocos casos confirmados del covid-19.
Protestas similares se produjeron en otras ciudades estadounidenses, como Anápolis, Maryland, o en Austin, Texas.
“¡Liberen a Minnesota!”, “¡Liberen a Michigan!”, “¡Liberen a Viginia!”, los animó Trump en Twitter.
Entre tanto, el estado de Nueva York, epicentro de la pandemia en Estados Unidos, registró el menor número de fallecidos en las últimas dos semanas, con 540 en las últimas 24 horas, aunque el gobernador Andrew Cuomo advirtió de que esta aparente mejora debe tomarse con pinzas, pues hubo al mismo tiempo dos mil nuevas hospitalizaciones.
“Ya no estamos en una meseta, pero aún no estamos en buena posición”, dijo Cuomo.
Se generaliza
Mientras Trump reiteró sus ataques contra China al considerar que “ocultó” la gravedad de la pandemia, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el jefe de la diplomacia británica, Dominic Raab, también pusieron en duda la transparencia de Pekín.
Prácticamente no hay un solo país o territorio del planeta donde no haya llegado el coronavirus, que ya ha infectado a más de dos millones 280 mil personas y matado a más de 157 mil desde que apareció en China a fines del 2019.
Europa registra casi la mitad de esos contagios y más de cien mil de los fallecidos, sobre todo en Italia -con más de 23 mil 200 decesos-, España -más de 20 mil-, Francia -más de 19 mil 300-, y Reino Unido -unos 15 mil500-. Muy por debajo de esas cifras, China reporta cuatro mil 632 muertos.
Pero Estados Unidos es el país más golpeado del mundo, con más de 706 mil contagios y 37 mil 79 fallecidos. En América Latina el número de muertos supera los cuatro mil y África registra más de mil.
Dilema
Pero más allá de la instigación de Trump, a escala mundial los gobiernos se enfrentan al dilema de cuándo y cómo poner fin al confinamiento.
Luego de semanas devastadoras, las señales de la desaceleración de la epidemia en Europa, aunque se sigan reportando cientos de muertos, ha llevado a algunos países a pensar en el desconfinamiento.
“La Iglesia del cementerio de Bérgamo vacía. Al fin”, escribió este sábado el alcalde de esa localidad italiana en Twitter, y mostró en una foto el interior del lugar, ya sin los numerosos ataúdes que tuvo recibir desde hace semanas.
A partir del 11 de mayo está previsto que se reanuden actividades, o incluso se reabran las escuelas, en Francia y Suiza. En Alemania la cita es el 4 de mayo, el 27 de abril en Noruega. Dinamarca ya lo aplica. En España, los estudiantes seguirán estudiando desde casa el tercer trimestre y no hay fecha para reabrir los centros educativos.
Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido del riesgo de una segunda ola mortal del virus, si se levanta el confinamiento muy pronto.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció que la frontera con Estados permanecerá cerrada por otro mes. Y en América Latina, países como República Dominicana, El Salvador o Paraguay prolongan los toques de queda o los confinamientos.
Guerras por hambre
El confinamiento es aún más duro en los países más pobres o en conflicto, en África, Medio Oriente o América Latina.
“Señor presidente, estamos atravesando una crisis alimentaria. Aquí hay una guerra”, advirtió Joani Fredericks, una activista de Sudáfrica, preocupada porque el confinamiento en su país ha derivado en choques con la Policía y saqueos en los barrios más empobrecidos, a causa del hambre.
En Brasil, con más de dos mil 300 muertos y más de 33 mil infectados -aunque el número real de contagios podría ser 15 veces mayor, según investigadores- la situación sanitaria en las favelas es particularmente preocupante.
“Hay grandes riesgos de propagación del virus en la favela, en torno a 40-50% de pruebas que se hacen aquí son positivos”, dice Tiago Vieira Koch, director de clínica que trabaja en Rocinha, en Río de Janeiro.
La crisis sanitaria amenaza con pasar una pesada factura a Latinoaméricana y borrar los avances de los últimos años, como ya advirtió el Banco Mundial, que prometió US$160 mil millones para financiar proyectos contra la pandemia en los próximos 15 meses.
Después de que Argentina declarara una moratoria para el pago de la deuda interna, los acreedores de Ecuador aceptaron extender hasta agosto el plazo para que pague US$811 millones de intereses de su deuda externa, que serán utilizados para luchar contra el coronavirus.
En medio de las dificultades económicas, muchos países luchan por abastecerse de material para atender la emergencia.
En México -con casi seis mil 900 casos y más de 540 fallecidos- el Gobierno, que prohibió la incineración de los cuerpos de los fallecidos por covid-19 sin identificar, anunció la compra de mil respiradores a Estados Unidos, una décima parte de lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador, le había pedido a Trump.
Entre tanto, Argentina recibió su primer vuelo con insumos procedentes de China, un avión con 13 toneladas de material sanitario.