Se trata del sexto ensayo de misiles en un mes, ya que durante marzo Pyongyang llevó a cabo cinco lanzamientos de proyectiles balísticos de corto y medio alcance.
La nueva demostración norcoreana de fuerza militar ha llegado solo un día después de que los líderes de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón reafirmaran en Washington su unidad contra los programas nuclear y de misiles norcoreanos.
El presidente estadounidense, Barack Obama, la surcoreana, Park Geun-hye, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, mantuvieron una cumbre trilateral en la que coordinaron sus posturas para trabajar juntos “contra las provocaciones de Corea del Norte” , según expresó el propio Obama.
El encuentro del jueves entre los tres líderes se produjo el primero de los dos días de la cuarta Cumbre de Seguridad Nuclear de Washington, que trata en otros asuntos en el cada vez más avanzado programa nuclear del régimen de Kim Jong-un.
Durante la cumbre del jueves, los tres dirigentes también se comprometieron a aplicar con la mayor rigidez posible las sanciones impuestas al país comunista por el Consejo de Seguridad de la ONU, algo a lo que también accedió el presidente chino, Xi Jinping, en otra reunión bilateral con su homóloga surcoreana durante la cumbre.
Se desconoce si Corea del Norte, cuyos medios de comunicación obviaron hoy la cumbre de Washington, ha querido enviar un mensaje a los líderes reunidos allí con su nuevo ensayo de misiles, que ha sido relativamente discreto en comparación a ocasiones recientes en las que realizó lanzamientos múltiples y con proyectiles de mayor magnitud.
Aún así, las Fuerzas Armadas surcoreanas elevaron su nivel de alerta y vigilan de cerca los movimientos de las tropas del país vecino ante la posibilidad de “nuevas provocaciones” , indicó el portavoz de Defensa en Seúl.
La tensión en torno a Corea del Norte se ha elevado de manera considerable después de que Pyongyang llevara a cabo su cuarta prueba nuclear a principios de enero y el lanzamiento de un cohete espacial en febrero, considerado un ensayo de misiles encubierto.
Ambas acciones fueron castigadas con las fuertes sanciones financieras y comerciales del Consejo de Seguridad de la ONU, a las que se han sumado medidas punitivas adicionales de EEUU, Corea del Sur y Japón.
Por su parte, Seúl y Washington decidieron ampliar sus maniobras militares de primavera en territorio surcoreano, que son las mayores hasta el momento al contar con la participación de unos 17 mil soldados estadounidenses y 300 mil de ese país asiático hasta finales de abril.
Corea del Norte atribuye las sanciones de la ONU a un complot de Estados Unidos para acabar con su régimen, y sostiene que las maniobras de los aliados son “un ensayo de invasión” de su país.
Así, en el último mes el régimen de Kim Jong-un no solo ha realizado constantes lanzamientos de misiles de corto y medio alcance, sino que también ha emitido continuas amenazas de un “ataque nuclear preventivo” contra Corea del Sur y Estados Unidos.
La península coreana es uno de los mayores focos de tensión del planeta desde hace décadas, ya que la Guerra de Corea (1950-53) finalizó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo y que dejó a Norte y Sur en situación de enfrentamiento técnico.