” El Ejército está examinando un plan de operaciones para hacer un fuego envolvente en las áreas que rodean Guma con un cohete tierra- tierra de alcance intermedio Hwasong-12 contra las principales bases norteamericanas en Guma, incluyendo la base aérea Anderson”.
La Base aérea de Andersen aloja los bombarderos estratégicos B-1B, que ayer volvieron a ser enviados por Estados Unidos a la península coreana, según adelantó la agencia Yonhap citando fuentes militares surcoreanas.
El plan será finalizado “y llevado a la práctica de manera múltiple y consecutiva en cualquier momento una vez que Kim Jong Un, comandante supremo de la fuerza nuclear de Corea del Norte, tome la decisión” , agregó el cable de KCNA, también difundido por la agencia surcoreana Yonhap.
El diario norteamericano The Washington Post citando un análisis de fuentes de inteligencia militar asegura que los responsables norteamericanos consideran que Corea del Norte dispone “de armas nucleares capaces de ser transportadas por misiles balísticos” , incluyendo sus cohetes intercontinentales.
Esos avances significan que Pyongyang está más cerca de poseer misiles nucleares de lo que se pensaba en Washington.
Hasta el mes pasado, los expertos consideraban que Corea del Norte necesitaría entre dos y tres años adicionales antes de poder desarrollar un misil balístico intercontinental (MBIC) dotado de una cabeza nuclear.
Pero esa evaluación cambió repentinamente el mes pasado, luego de que Pyongyang probase por primera vez dos misiles MBIC, según el reporte.
Esos comentarios representan una notable elevación de tono en la retórica de Estados Unidos. Las declaraciones anteriores de los responsables norteamericanos se habían enfocado en la búsqueda de soluciones no militares.
Corea del Norte advirtió que las nuevas sanciones impuestas por la ONU este fin de semana no le impedirán desarrollar su arsenal nuclear, rechazando toda posibilidad de diálogo y amenazando a Estados Unidos con represalias.