A cambio, los narcotraficantes fueron operar en Honduras con “total impunidad”, dijo en conferencia de prensa el fiscal Merrick Garland, después que el expresidente fue extraditado a Estados Unidos para sentarse en el banquillo del tribunal del distrito sur de Mahanttan, que instruye el caso.
El ex mandatario, que dejó el poder el 27 de enero, comparecerá este viernes ante el juez Stewart D. Aaron.
Hernández está acusado de “participar y conspirar en una asociación ilícita violenta y corrupta de tráfico de drogas” que envió “500 toneladas” de cocaína a este país entre 2004 y 2022.
Según el documento de la fiscalía hecho público este jueves, Hernández utilizó el tráfico de drogas para “enriquecerse, financiar su campaña política y cometer fraude electoral” en los comicios presidenciales de “2013 y 2017”.
A cambio, “protegió a traficantes de droga”, entre ellos su hermano Juan Antonio “Tony” Hernández Alvarado (condenado en Estados Unidos a cadena perpetua).
Asimismo, JOH, como es conocido el expresidente en su país, “abusó de su posición” como presidente para convertir al país en “un narcoestado” con el fin de “enriquecerse y mantener y agrandar su poder corruptamente”, además de corromper las instituciones, según las fiscalía.
Hernández convirtió a Honduras en “uno de los mayores lugares de paso del mundo” de la cocaína que llega a Estados Unidos, según los documentos judiciales.
Desde 2004 hasta 2022, llegaron a Estados Unidos procedentes de Honduras “en torno a 500 mil kilos de cocaína”, según la fiscalía.
Los traficantes pagaron sobornos a Hernández y a otros funcionarios, que “coordinaron con los traficantes” para “transportar y distribuir estos grandes envíos de cocaína”.
Ann Miller, de la DEA, la agencia contra las drogas estadounidense, aseguró que este caso “debería enviar un claro mensaje” a todo líder extranjero que “abusa corruptamente de su poder para apoyar a los cárteles de la droga”.
“Si creen que pueden esconderse detrás de su cargo, están equivocados”, dijo.
Hernández, cuya llegada a Nueva York está prevista hacia la medianoche, podría ser condenado a cadena perpetua en caso de ser hallado culpable.
Además de Tony Hernández, también está condenado a 24 años de cárcel Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio “Pepe” Lobo (2010-2014), también por tráfico de cocaína.
El exjefe de la Policía Nacional Juan Carlos ‘El Tigre’ Bonilla, acusado de “supervisar” las operaciones de narcotráfico del expresidente, también aguarda su extradición a Estados Unidos.