El Órgano Judicial (OJ) precisó que el caso de otro acusado en este proceso, un ciudadano panameño, fue archivado porque ya fue condenado por este mismo delito de tráfico ilícito de migrantes en Costa Rica.
Este expediente se remonta a 2014, cuando agentes de la Policía Nacional de Panamá y de la Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada realizaron un operativo para desarticular una organización criminal dedicada al tráfico de personas de nacionalidad nepalesa y bangladesí, indicó la información oficial.
Este grupo criminal pretendía que los migrantes abordaran “buses en la terminal de Albrook”, la más grande del país y situada en el sector del mismo nombre en la Ciudad de Panamá, “para cruzar de manera ilegal la frontera de Paso Canoas (límite de Panamá con Costa Rica) y continuar su ruta hacia Estados Unidos“, precisó el OJ en un comunicado.
La peligrosa selva del Darién, límite natural entre Panamá y Colombia, es usada desde hace años por migrantes procedentes de todo el mundo que se dirigen hacia EE. UU., muchos movilizados por redes trasnacionales de tráfico de personas, en un negocio ilegal millonario.
Según cifras del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá, en el 2014 llegaron a este país a través de la selva 6 mil 175 migrantes, de los cuales 398 eran nacionales de Bangladesh y 297 de Nepal.
La crisis migratoria actual se expresa en la cifra de más de 145 mil viajeros llegados a Panamá en lo que va de año, por encima de los 109 mil 293 que lo hicieron entre 2010 y 2019, y casi el quíntuple de los 33 mil 819 en los primeros cinco meses de 2022, un año que cerró con el récord de 248 mil 284 viajeros irregulares cruzando la selva.