Internacional

¿Cómo puede luchar contra el cambio climático desde casa?

Mientras 195 Estados y la Unión Europea negocian en París un acuerdo contra el calentamiento global, los expertos recuerdan que un cambio en la mentalidad y en los hábitos de consumo de los ciudadanos es esencial para preservar a nuestro planeta de un desastre medioambiental irreversible.

París / EFE

7 de diciembre de 2015

11:36h

Un asistente a la COP21 en París muestra la imagen oficial de ese evento. (Foto Prensa Libre: EFE).

Aquí se detallan 10 sencillos consejos recopilados de instituciones como el Gobierno español, oenegé como Greenpeace y empresas como Acciona para luchar contra el aumento de las temperaturas sin moverse del sofá mientras se ahorra dinero, porque gastar energía tiene un coste medioambiental, pero también económico:

Transporte. Cada litro de combustible quemado en el automóvil emite unos 2.5 kilos de CO2 a la atmósfera. Desplácese caminando o en bicicleta en la medida de lo posible, utilice el transporte público, comparta el vehículo particular y opta por motores híbridos o eléctricos cuando adquiera uno.
Aislamiento. Una vivienda bien aislada permitirá ahorrar mucho dinero y energía al año. Hay gobiernos y administraciones locales que conceden ayudas para efectuar reformas, pero incluso sin inversión se pude hacer mucho si se procura evitar las pérdidas de calor, por ejemplo, asegurándose de cerrar bien las puertas y ventanas.
Moderación en el consumo. El planeta no soporta el ritmo de consumo de los seres humanos, que hemos hecho del “usar y tirar” una práctica habitual. Antes de adquirir un producto nuevo, pregúntese si realmente lo necesita y, cuando vaya a desechar algo que tenga en casa, piense si no puede alargar un poco más su ciclo de vida.
Bombillas y papel. Las bombillas de bajo consumo o LED, las únicas que pueden comercializarse desde el 2012 en la UE, reducen hasta en un 75% el consumo de electricidad. Respecto al papel, intente usarlo solo cuando sea imprescindible. Pague sus facturas en internet, utilice las páginas por las dos caras e imprima solo los documentos que realmente necesite en formato físico.
Agua. No abuse del agua caliente y procure ducharse en vez de bañarse para ahorrar agua y dinero. Cierre el grifo mientras se cepilla los dientes o mientras se enjabona el pelo.
Reduzca, reutilice, recicle. Cada habitante en un núcleo urbano genera más de 450 kilos de basura al año. Con pequeños gestos cotidianos podemos hacer mucho por el planeta, por ejemplo, utilizando el agua que sobra al cocer unos espaguetis para regar, reciclando envases y papeles y reutilizando las bolsas de plástico.
Alimentos ecológicos: Elija productos locales y de temporada para evitar gastos de transporte, privilegie los alimentos con etiqueta “bio” (menos pesticidas y productos químicos) y evite el exceso de embalajes y bolsas, por ejemplo, llevando a la compra una bolsa reutilizable. Aumente el consuno de verdura porque producir un kilo de carne genera unos tres kilos de CO2 y consume cuatro mil litros de agua.
Modere el uso de la calefacción y recuerde que 20 grados centígrados es una temperatura suficiente para estar cómodo dentro de casa, y unos tres grados menos en el dormitorio. No hace falta sudar en invierno. En verano, emplee el aire acondicionado solo cuando sea necesario y no automáticamente.
Electrodomésticos. No deje los aparatos electrónicos en modo “stand by”, pues consumen energía y ocasionan un gasto económico innecesario a pesar de no utilizarlos. No mantenga encendida la luz de habitaciones vacías y apague el ordenador por las noches, no lo deje suspendido o hibernando. El programa de lavado en frío de la lavadora reduce un 80% el consumo energético.
Educación. El cambio en el paradigma cultural es fundamental para proteger la Tierra. Es importante que los más pequeños, los que más van a sufrir las consecuencias del aumento de las temperaturas, aprendan desde hoy mismo que vivir en un planeta sostenible está, en gran medida, en sus manos y en las de sus padres.