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Comenzó el juicio penal contra Trump: esto es lo que hay que saber
Republicano se enfrenta a 34 cargos por delitos graves y podría ser condenado a libertad condicional o hasta cuatro años de cárcel.
El rumbo que tomará el juicio penal contra Trum es impredecible. (Foto Prensa Libre: AFP)
El expresidente se enfrenta a cargos de falsificación de registros comerciales para encubrir un escándalo sexual que involucra a una estrella del cine para adultos.
El juicio penal de Donald Trump, el presidente número 45 de Estados Unidos y el presunto candidato del Partido Republicano, comenzó el lunes cuando los posibles jurados se reunieron en una aburrida sala de tribunal en la ciudad de Nueva York, mientras Trump miraba.
Trump fue acusado en Manhattan, un condado profundamente demócrata y su antiguo hogar, de falsificar casi tres decenas de registros comerciales en un intento de encubrir un pago a Stormy Daniels, una estrella del cine para adultos que ha dicho que tuvo un breve encuentro sexual con el exmandatario en 2006.
Trump niega que se produjera ese encuentro y ha declarado su inocencia, calificando los cargos de tener motivaciones políticas. Ha atacado al juez, Juan Merchan, y al fiscal del distrito de Manhattan, Alvin L. Bragg, un demócrata, que también asistió al primer día de juicio el lunes.
Trump se enfrenta a 34 cargos por delitos graves y podría ser condenado a libertad condicional o hasta cuatro años de cárcel.
El juicio, que se espera que dure semanas, cuenta con una fascinante lista de posibles testigos: Michael Cohen, el exabogado personal de Trump convertido en apóstata, que hizo el pago; Karen McDougal, una modelo de Playboy que ha afirmado que también tuvo un romance con Trump; y Hope Hicks, una exayudante de Trump. La propia Daniels podría testificar.
Antes de que suceda cualquier cosa, se debe seleccionar un jurado, un proceso que comenzó el lunes.
A continuación, cinco conclusiones tras el primer día del juicio a Trump:
El juez Merchan ha demostrado su sensatez. Eso no ha favorecido a la defensa
El juez Merchan, un veterano jurista de Nueva York, ha sido consistente en rechazar las mociones de la defensa sobre temas como la divulgación tardía de documentos por los fiscales y los esfuerzos para retrasar o incluso desestimar el caso.
Este patrón continuó el lunes, cuando Merchan rechazó un intento de la defensa para forzar su recusación. La defensa había alegado varios motivos, entre ellos el hecho de que su hija es asesora política demócrata.
Merchan también dictaminó que los fiscales podrían presentar pruebas sobre la participación de Trump en la coordinación de la publicidad con The National Enquirer para ayudar a su campaña presidencial de 2016. Los abogados de Trump habían descrito las pruebas como un “espectáculo secundario”, pero perdieron.
Sin embargo, los abogados de Trump convencieron a Merchan de que las acusaciones de agresión sexual que surgieron contra el expresidente después de la publicación de la cinta de Access Hollywood, en la que Trump se jactaba de agarrar los genitales de las mujeres, serían perjudiciales para el exmandatario. Merchan dijo que esas acusaciones estarían fuera de los límites durante el juicio, calificándolas como “puros rumores y chismes”.
El juicio va mucho más allá de los registros comerciales
Las decisiones que Merchan tomó el lunes dejaron claro que el juicio sacará a la luz sucesos desagradables de la vida del expresidente.
Estos incluyen la cinta de Access Hollywood y otras historias que Trump trató de suprimir, incluyendo un supuesto romance con McDougal. Merchan dijo el lunes que ambos temas podrían ser discutidos.
En lo que es considerado como una pequeña victoria de la defensa, el juez reafirmó que la cinta de Access Hollywood no podía ser reproducida, pero las palabras exactas de Trump podrían ser incluidas en el expediente.
Sin embargo, la mayoría de las resoluciones de Merchan indicaron que varios detalles lascivos de la biografía de Trump se escucharán en la corte.
Trump dice que está feliz, pero su actitud sugiere lo contrario
Al entrar en la sala del tribunal, Trump dijo que estaba “muy orgulloso de estar aquí”.
Cuando estuvo frente a Merchan, Trump parecía mucho menos entusiasmado. Se encorvó. Frunció el ceño. Se mofó. Y se mantuvo en silencio, sin duda algo inusual para un hombre que construyó una carrera política con un don para realizar ataques hirientes y humillaciones crueles.
En la corte, el expresidente solo habló brevemente, cuando Merchan le hizo algunas preguntas sobre temas de procedimiento y sobre si comprendía las consecuencias —expulsión o cárcel— si interrumpía los procedimientos. El exmandatario habló en susurros con sus abogados. Y cuando la fiscalía reprodujo una grabación en la que Trump afirmaba tener un gran respeto por las mujeres, pronunció la palabra “cierto”.
Pero, en general, parece que podría ser una experiencia agotadora para Trump; en un momento antes del almuerzo, lucía como si se hubiera quedado dormido.
Este juicio podría durar un buen rato
Es fácil olvidar lo que se tarda en hacer algo en un entorno jurídico. El lunes, la sesión de la mañana estuvo dominada por las maniobras de los fiscales y la defensa, incluso mientras los posibles miembros del jurado esperaban. Para el almuerzo, seguían esperando.
La selección del jurado puede durar días o semanas, y el juicio podría tener una duración de dos meses. Las vacaciones del Pésaj podrían causar retrasos, dijo Merchan, aunque eso se puede compensar celebrando audiencias sobre asuntos judiciales los miércoles, que hasta ahora iban a ser días de descanso.
Empezó el lento proceso de elegir un jurado
Por la tarde, los posibles jurados finalmente llegaron a la sala de Merchan. El juez les dio una calurosa bienvenida, les presentó a los abogados y a Trump y les leyó un resumen del caso.
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Merchan preguntó si alguno creía que no podría ser justo e imparcial con el expresidente. De los 96 posibles jurados que había en ese momento en la sala, más de 50 levantaron la mano. De inmediato fueron liberados de la responsabilidad.
A los restantes se les formularon 42 preguntas. Al final del lunes, 11 jurados habían sido interrogados y dos más fueron liberados de la responsabilidad: una mujer que dijo que no iba a poder ser justa y un hombre que explicó que la fecha de la boda de su hijo podría entrar en conflicto con el juicio.