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Y es que el racismo parece estar cimentado en una sociedad, que, sin embargo, intenta neutralizar los pensamientos y actuaciones xenófobos.
Buena parte de los comentarios se volcaban al rechazo de la nueva representante mundial de la belleza, por el simple hecho del color de su piel, su peinado, su nacionalidad; pero sobre todo, por su mensaje feminista y la invitación a que la mujer se reivindique.
Sin embargo, muchos fueron también los mensajes de apoyo y vítores para una reina de belleza que rompió con todos los estereotipos que durante años han prevalecido en el concurso.
“Crecí en un mundo en el que una mujer como yo, con mi tipo de piel y mi tipo de pelo, nunca era considerada guapa. Y creo que es hora de que eso se acabe hoy”, dijo la triunfadora, momentos antes de ser anunciada como la mujer más hermosa del mundo.
Discriminación
El concurso también estuvo marcado por acusaciones de discriminación. Y es que, como consigna un artículo de la agencia EFE, el certamen conserva algunas reglas que parecen sacadas de otro siglo.
Así, las concursantes no pueden estar casadas, embarazadas, divorciadas o haber tenido un hijo; además, si ganan el concurso se les exige permanecer solteras durante el reinado.
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“Es cierto que Miss Universo valora cualidades abstractas como “la autenticidad, la credibilidad y exhibir elegancia bajo presión”, pero es igualmente verdadero que, pese a los cambios en el formato, los desfiles en bikini y con vestido de noche siguen siendo los puntos álgidos de la gala y las rondas de clasificación”, señala EFE.
“Las polémicas machistas también han tenido que ver con los propietarios de los certámenes de belleza, como fue el caso del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien fue acusado de haber entrado, cuando era dueño de Miss Universo, a los vestuarios de las jóvenes con ellas desnudas o cambiándose de ropa”, apunta el artículo.
Eterno presentador… y eternas metidas de pata
No escapa a la polémica, el en sí polémico, presentador eterno del concurso, Steve Harvey, quien en el 2015 se equivocó a la hora de mencionar a la ganadora del certamen, arrebatando ante las cámaras el título que, por su error, había ganado Miss Colombia.
Este año no escapó a las metidas de pata.
En el momento en que iba a anunciar a la ganadora del traje típico, quiso hacer mención a la ganadora del del mejor vestuario, Miss Filipinas, cuando, en realidad había sido Miss Malasia, por lo que una de las concursantes lo tuvo que corregir.
Pero lo que realmente indignó a los colombianos sucedió cuando recordó su equivocación en el 2015 y dijo que ya había sido perdonado por su error, excepto por “la gente del cartel”, que seguía molesta con él.
Pero la broma no paró allí. Cuando llamó a la finalista de ese país, Gabriela Tafur, hizo como que si temblaba ante ella: “Tú sí me perdonas, pero el cartel todavía no”, le dijo después.
El estadounidense dirigió el certamen en Atlanta, Georgia, EE. UU., por quinto año consecutivo.
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