Evitar epidemias
Con el lodo aún no totalmente seco, los socorristas continuaban auxiliando a los damnificados. “Sigue la labor de búsqueda para encontrar sobrevivientes, aún estamos dentro de la ventana de las 72 horas posteriores a un desastre así”, dijo a AFP un portavoz de la Cruz Roja Colombiana (CRC).
El Defensor del Pueblo de Putumayo, Fabián Vargas, detalló que equipos de rescate realizan procedimientos de barrido de los lugares por donde pasó la avalancha, en búsqueda de eventuales nuevas víctimas.
Además, prosigue la identificación de decenas de cadáveres que permanecían el domingo en el hospital de la ciudad.
“Ya está el proceso en marcha con personal de medicina legal”, apuntó, pero dijo que el paso de las horas hace necesaria una limpieza del recinto, que sigue recibiendo cuerpos tras el alud.
El gobierno también busca evitar brotes de epidemias en esa calurosa y húmeda ciudad amazónica, para lo cual se prevé el traslado de expertos para desarrollar un plan de prevención de infecciones, informaron autoridades sanitarias.
Nuevo alud
Mocoa, de unos 40 mil habitantes, seguía sin energía eléctrica ni agua corriente.
“El agua tiene un problema estructural, eso va tomar tiempo. Entonces por un lado estamos trayendo más cisternas estamos habilitando los puentes que estaban destruidos y al mismo tiempo ver cómo aceleramos las reconstrucciones de la parte estructural, el agua, la energía, en vivienda”, explicó Santos a periodistas.
Reponer la energía es otra tarea difícil, admitió por su parte el viceministro del Interior, Guillermo Rivera.
“Lo que habría que construir es una nueva subestación, y eso va a tardar”, dijo a Caracol Radio.
Tras un sobrevuelo, la Fuerza Aérea no encontró ningún indicio de represamiento en ríos o quebradas, minimizando la posibilidad de una nueva avalancha.
“Se estima un descenso de las precipitaciones para el lunes y martes”, indicó por su parte el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam) , citado por la Presidencia.
“Voz de aliento”
“Estoy profundamente apenado por la tragedia que golpeó Colombia”, dijo el papa Francisco durante una misa en Carpi (norte de Italia), una “voz de aliento” que Santos agradeció en Twitter, así como las múltiples expresiones de solidaridad de todo el mundo.
“Rezo por las víctimas y quiero asegurar mi cercanía con quienes lloran a los desaparecidos”, agregó el sumo pontífice, cuya visita a Colombia está prevista para septiembre.
Esta avalancha supera al último gran desastre natural de Colombia, un deslave en Salgar que dejó 92 muertos en mayo de 2015.
Las fuertes lluvias en Sudamérica no solo han golpeado a Colombia, también han afectado a Perú, con 101 muertos y más de un millón de damnificados, y a Ecuador, con 21 muertes desde enero y más de 9.000 familias afectadas.