La operación pretende apoyar al presidente Abd Rabo Mansur Hadi, forzado al exilio por la milicia chiita de los hutíes y sus aliados, los militares leales al antiguo jefe del Estado Ali Abdalá Saleh.
Los rebeldes controlan la capital, Saná, regiones del centro y del oeste del país así como algunas partes de Adén, la principal ciudad del sur.
Estados Unidos denunció el jueves recién pasado el apoyo aportado a los rebeldes por el chiita Irán, quien, por su parte, instó a Arabia Saudí a cesar sus “actos criminales” en Yemen.
Los bombardeos aéreos, los combates terrestres y las prohibiciones de aterrizaje habían impedido hasta la fecha la llegada de aviones con ayuda humanitaria.
“La llegada de este material de socorro es una cuestión de vida o muerte para las personas heridas en este conflicto”, explicó en un comunicado Cédric Schweizer, que dirige el equipo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
El primer avión que llegó, fletado por el CICR, estaba “cargado con 16 toneladas de ayuda médica”, declaró a AFP la portavoz de la organización, Marie-Claire Feghali.
Este sábado, “un segundo avión debería traer 32 toneladas de ayuda médica, generadores y equipos para purificar el agua destinados a los hospitales de Saná”, agregó.
El primer avión de Unicef aterrizó también este viernes en Saná con 16 toneladas de “medicamentos, antibióticos y lotes de primeros auxilios”, indicó a AFP Mohamed al Asadi, portavoz de Fondos de la ONU para la infancia.
– Pausa humanitaria –
Por otro lado, un barco del CICR con ayuda médica del CICR y un equipo de cinco miembros de Médicos Sin Fronteras (MSF) llegó el miércoles a Adén (sur), según la directora de la misión de MSF en Yemen, Marie-Elisabeth Ingres.
El mismo día, MSF llevó a Yemen un cargamento de 2,5 toneladas de material médico, el primero desde que empezara la operación liderada por los saudíes.
Por su parte, la ONU pidió el viernes una “pausa humanitaria inmediata” de al menos “algunas horas” por día en Yemen para poder hacer llegar la ayuda humanitaria.
Eso permitiría a las organizaciones humanitarias llevar la ayuda a zonas donde falta de todo, desde víveres hasta agua potable y medicamentos, dijo el coordinador de la ONU para los Asuntos Humanitarios, Johannes Van Der Klaauw.
En Yemen, los civiles sufren las peores consecuencias del conflicto, en el que ni los rebeldes ni sus adversarios comunican sus pérdidas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló el miércoles que 643 personas habían muerto en Yemen desde el 19 de marzo recién pasado y que otras 2 mil 226 habían resultado heridas.
Según la misma organización, 15.9 millones de yemenís se han visto afectados por estos enfrentamientos, y cerca de 330 mil personas han sido desplazadas al interior del país.
– Diluvio de fuego en el sur –
En el sur de Yemen, donde se concentran los combates entre partidarios y adversarios de Hadi, las posiciones rebeldes fueron bombardeadas durante la noche.
Los ataques fueron dirigidos contra el ayuntamiento de Dar Saad, en el norte de Adén, el centro de la ciudad y puestos de control de los rebeldes.
También se produjeron intensos bombardeos en Ataq, capital de la provincia de Chabwa (este de Adén), tomada este jueves por los militares fieles a Saleh.
Por otro lado, el Parlamento de Pakistán rechazó el jueves la petición de ayuda de Arabia Saudí, su aliado, para que interviniera en Yemen e instó al gobierno a mantener una posición de neutralidad.