Golpe en plena campaña electoral
Se trata de un severo golpe a la ex Secretaria de Estado, quien se encuentra en plena campaña por la nominación por el Partido demócrata para las elecciones presidenciales de noviembre.
En esa disputa, Clinton enfrenta una dura competición interna con el senador Bernie Sanders.
De cara a la elección presidencial, los sondeos muestran que la ventaja que Clinton tenía sobre el probable candidato republicano, el millonario Donald Trump, se esfumó, y una de esas encuestas ya coloca al polémico empresario por delante en las preferencias.
El escándalo sobre los correos de Clinton estalló en marzo de 2015, cuando se reveló que había utilizado de forma exclusiva un servidor privado ligado a su familia, en vez del sistema de correos electrónicos del departamento de Estado.
De acuerdo con las denuncias, al utilizar ese servidor, todas las comunicaciones de la entonces Secretaria de Estado quedaron fuera del escrutinio reservado a documentos oficiales, sin mencionar los riesgos que supone el tránsito de información restringida por un servidor externo al sistema de la cancillería.
Por ello, Clinton entregó en diciembre de 2014 unas 55.000 páginas impresas de correos que estaban en el servidor familiar y que se relacionaban con su función oficial.
Aunque Clinton aseguró que esos mensajes eran la totalidad de su comunicación oficial, el informe conocido este miércoles señaló que la colección era “incompleta” .
Un portavoz del comité de campaña de Clinton, Brian Fallon, dijo a la prensa que el “la utilización de los correos (durante su gestión al frente del Departamento de Estado) no fue una cosa única. Y dio más pasos que otros para preservar y tornar públicos sus documentos” .
El FBI (la policía federal estadounidense) también analiza el caso separadamente, para determinar si secretos de Estado pudieron ser robados o colocados en riesgo mediante el uso de un servidor privado.
Fragilidades sistémicas y duraderas
La investigación interna del departamento de Estado se concentró en los procedimientos seguidos en los últimos 20 años por los Secretarios de esa cartera en el cuidado de la seguridad en sus comunicaciones oficiales y el archivo de los documentos.
En ese sentido, el informe reservó cuestionamientos para el secretario Colin Powell (2001-2005) , ya que durante su gestión el departamento de Estado introdujo un nuevo sistema seguro de correos electrónicos, sistema que está vigente hasta la actualidad.
Sin embargo, apunta el informe, Powell insistió en la utilización de una cuenta particular de correo electrónico.
En tanto, los auditores no hallaron mayores problemas durante la gestión de su sucesora, Condolezza Rice (2005-2009) .
La investigación, sin embargo, pudo determinar que la sección especial sobre tecnología en el departamento de Estado comenzó a hacer circular alertas internos sobre los riesgos cibernéticos desde 2004.
Aunque inicialmente esos alertas se referían principalmente a la instalación de programas no autorizados y uso de dispositivos USB, más adelante se concentró en el uso de teléfonos celulares.
Fue precisamente el deseo de tener acceso a sus correos en un teléfono celular lo que llevó a Clinton a utilizar su servidor privado en vez de los dispositivos autorizados por el departamento de Estado.
En particular, el informe destacó un memorando interno distribuido en marzo de 2011 que urgía a los funcionarios del departamento de Estado a “minimizar el uso de correos personales para asuntos oficiales” .
En general, concluyó el informe, se verificó la existencia de “debilidades sistémicas y duraderas en los datos electrónicos y las comunicaciones” del Departamento.