“Nos hemos estado preparando para recibir a las y a los mexicanos que tengan un espacio en la frontera y en otros lugares para que puedan tener acceso a los programas sociales, al empleo, a poderse mover en nuestro territorio nacional para ir a sus lugares de origen”, señaló la mandataria durante su conferencia matutina.
Sheinbaum, quien pidió “esperar también a qué es lo que haga el Gobierno de los Estados Unidos”, insistió en que hay una “estrategia integral” que anunciará en su momento dependiendo de las decisiones que tome el próximo mandatario estadounidense tras su toma de posesión el 20 de enero.
“Hemos estado trabajando no solo con los estados fronterizos, sino todos los estados de la República para integrar esta estrategia de apoyo a las y los mexicanos que lleguen, además de que todos los mexicanos y mexicanas pueden acceder a este apoyo extraordinario que estamos dando desde los consulados para acceder a eso o a apoyo legal”, aseveró.
Insistió en que la defensa de la población de origen mexicano que vive en Estados Unidos es una de las prioridades de su Gobierno, aunque no dio más detalles sobre la estrategia para acoger a los connacionales que pudieran ser repatriados.
La preocupación crece en México en vísperas de que Trump vuelva a la Casa Blanca, el 20 de enero, como refleja la declaratoria de emergencia que emitió en Tijuana, la mayor ciudad en la frontera con Estados Unidos, por la “preocupación” de que el líder republicano “cumpla sus amenazas” de una deportación masiva.
Los mexicanos son cerca de la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos y sus remesas representan casi el 4 % del producto interior bruto (PIB) de México, que en 2024 habría recibido un estimado de US$ 65 mil millones.