“Calculo que tendremos un 70% o más de votación” de los 6.7 millones de dominicanos llamados a votar, anunció el presidente de la Junta Central Electoral (JCE) , Roberto Rosario, en un discurso en la sede del organismo.
Con la oposición debilitada por haberse dividido, Medina, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD, centro) , en el poder desde hace 12 años, podría resultar electo en primera vuelta si se cumplen los pronósticos de las encuestas que le dieron durante meses una importante ventaja.
Pero su principal adversario, el rico empresario Luis Abinader, del socialdemócrata Partido Revolucionario Moderno (PRM) -que salió de la fractura del otrora poderoso Partido Revolucionario Dominicano (PRD) -, apuesta a que Medina no alcance más de 50% de los votos y haya segunda vuelta.
Medina ganó en el 2012 por un período de cuatro años sin opción a reelección inmediata, pero en el 2015 impulsó una reforma constitucional que le permitió buscar un segundo mandato, tras acuerdos políticos con opositores.
Atrasos técnicos
Muchos centros electorales abrieron hasta dos horas más tarde de lo previsto, debido a problemas con las máquinas que captan las huellas dactilares, por lo que la JCE prolongó por una hora el cierre de la votación.
Rosario anunció temprano que “no menos de tres mil auxiliares técnicos presentaron su renuncia” y debieron ser sustituidos en la madrugada, lo que, señaló, deberá ser investigado en los próximos días.
Ante la ausencia de personal que atendiera los problemas técnicos, la JCE dispuso que las mesas electorales pasaran al sufragio manual. Esta iba a ser la primera vez que utilizaría el conteo electrónico de votos, a lo cual se habían opuesto los partidos opositores a Medina.
Al emitir su voto, el presidente Medina, que raramente hace declaraciones a la prensa, calificó como una “irresponsabilidad” la renuncia masiva de auxiliares técnicos.
Partidarios de algunos partidos denunciaron irregularidades como compra de cédulas de identidad y proselitismo políticos en los alrededores de los recintos electorales, lo cual está prohibido por ley.
“Ha sido un proceso pacífico”, dijo el expresidente Andrés Pastrana, quien encabeza la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos, al señalar que no obstante hubo problemas con los equipos dactilares en 30% de los colegios electorales.
Pujanza económica con pobreza
Considerado el presidente más popular de América Latina por la consultora mexicana Mitofsky, Medina, un economista y estratega político de 64 años, tiene a su favor el dinamismo de este país turístico -el PIB creció 7% en el 2015- y un estilo de gobernar cercano a la gente.
Pero otros critican el aumento de la inseguridad ciudadana y la desigualdad social, pues pese al crecimiento económico la pobreza golpea a 40% de los 10 millones de dominicanos y el desempleo a 14% de la fuerza laboral.
Según la oenegé británica Oxfam, un 20% de los dominicanos más pobres no recibe ni 5% de las riquezas del país, mientras que 20% de los más ricos se beneficia con 50%.
Medina prometió para un segundo mandato crear miles de empleos, reforzar sus programas sociales y gobernar con mayor transparencia, en tanto que Abinader, de 48 años, prometía austeridad en el gasto público y ha pedido votar “por la democracia y no por la dictadura de partido” .
“Ninguno quiere arriesgarse a separarse de esa mayoría conservadora de los estratos sobre todo superiores de la sociedad dominicana”, aseguró el politólogo Rafael Toribio Domínguez.
En un país que ha vivido historias traumáticas con la dictadura de Rafael Trujillo (1930-1961) , intervenciones de Estados Unidos y perpetuaciones en el poder (Joaquín Balaguer) , la hegemonía que está consolidando el PLD preocupa a parte del electorado.