La suspensión “es consecuencia de una asfixia económica” que enfrenta por el “zarpazo descargado al Grupo Continental y el bloqueo de sus cuentas en el banco y las empresas subsidiarias de su base publicitaria”.
El Departamento del Tesoro estadounidense y tribunales de Miami y Nueva York acusaron por narcotráfico y lavado de activos al exvicepresidente (1986-90) Jaime Rosenthal, uno de los hombres más ricos de Honduras, su hijo, el exministro de la Presidencia (2006-2009) Yani Rosenthal, y a su sobrino Yankel.
Estados Unidos congeló los bienes de siete empresas de la familia, propietaria el Grupo Continental, y el gobierno hondureño cerró el Banco Continental, que formaba parte del emporio económico Rosenthal, porque las medidas de Washington lo dejaron sin el capital mínimo para operar.
La familia Rosenthal ha rechazado los cargos y dijo que demostrará su inocencia en los tribunales de Estados Unidos.
A la vez, el gobierno hondureño tomó posesión de 20 empresas, viviendas y terrenos en los que trabajaban más de 11 mil personas.
El presidente Juan Orlando Hernández prometió que se mantendrían los empleos y que seguirían funcionando los medios de comunicación del grupo.
El editorial finaliza con un “hasta pronto, Honduras”.
Más de 300 empleados del diario que tenía sus sede principal en San Pedro Sula, la segunda ciudad del país, incluyendo unos treinta periodistas reclamaron el reconocimiento de sus derechos laborales.