La descripción de este proyecto, titulado “Human Genome Project-Write” o “HGP-write”, fue publicada en la revista Science y ya ha levantado críticas de científicos en razón de su potencial capacidad de crear niños sin padres biológicos.
Investigadores denunciaron también el secreto que rodeó una reunión mantenida el mes pasado en la facultad de Medicina de Harvard entre los promotores del proyecto y una centena de científicos.
Según los 25 iniciadores de HGP-write, entre los cuales figuran George Church, profesor de genética en la facultad de Medicina de Harvard y Jef Boeke, del Centro médico Langone de la universidad de Nueva York, esta iniciativa debería conducir a numerosos avances científicos y médicos al permitir la fabricación de grandes partes de ADN a costos muy reducidos.
Entre las “aplicaciones potenciales de los resultados de HGP-write” destacan “la posibilidad de crear órganos humanos para trasplantes y producir células resistentes a todos los virus y tipos de cáncer”, escriben los investigadores.
Según dijeron, “también será posible de acelerar fuertemente la producción de vacunas y desarrollar medicamentos utilizando células humanas y órganos sintéticos”.
Costoso proyecto
El proyecto, que será conducido por la organización sin fines de lucro “Center of Excellence for Engineering Biology”, buscará reunir este año unos US$100 millones entre distintas entidades públicas y privadas, indica un comunicado
Sin embargo, sus promotores no han dado indicaciones sobre el costo final de la iniciativa, que, de acuerdo a estimaciones, podría superar los US$1 mil millones.
En respuesta a las preocupaciones suscitadas por su proyecto en el plano ético, legal y social, los investigadores insistieron en la necesidad de implicar al público.
“Facilitaremos que se lleven a cabo amplios debates en HGP-write”, escribieron.
Drew Endy, un bioingeniero de la Universidad Stanford (California), y la docente de religión Laurie Zoloth, de la Northwestern University (Illinois) consideraron el jueves que las cuestiones éticas deberían haberse planteado antes del lanzamiento de la idea.
“Antes del lanzamiento de un proyecto con implicaciones éticas y teológicas tan enormes es necesario plantearse las preguntas fundamentales, partiendo del hecho de saber si debiéramos convertir en realidad estas tecnologías y en qué circunstancias”, escribieron, citados por el New York Times.
“Es importante implicar a juristas y expertos en ética y a la sociedad en general para que contribuyan a configurar los objetivos así como comunicar las razones por las que estamos emprendiendo este proyecto”, informó en entrevista Farren Isaac, de la Universidad de Yale, otro de los autores del documento.
Dos observadores que criticaron una reunión a puerta cerrada de la cual informó la prensa el mes pasado, dijeron esta semana a AP en un comunicado conjunto que les complacía el compromiso con la participación del público mencionada en el documento pero mantenían sus reservas sobre el proyecto.
US$1 mil millones podría costar el proyecto.
Todavía es necesario plantear preguntas éticas básicas como si es buena idea desarrollar la capacidad para fabricar genomas humanos, escribieron Lauri Zoloth, profesora de estudios religiosos y bioéticos de la Universidad del Noroeste, y Drew Endy, profesor adjunto de bioingeniería en Stanford.
Construir un genoma, incluso en una célula, “implica un nivel de poder y control que debe ser debatido de forma cuidadosa y completa”, escribió Zoloth en un correo electrónico.