El objetivo es corregir el preocupante desequilibro entre hombres y mujeres (116 hombres por cada 100 mujeres) y frenar el envejecimiento de la población.
Muchos expertos chinos de agencias oficiales o centros de investigación ya habían pedido en las últimas semanas al gobierno que tomara esta medida.
La decisión del 2013 ha tenido por el momento un efecto limitado porque no se aplica en todo el territorio y porque muchas parejas prefieren tener un sólo hijo por razones económicas.
La política del hijo único tenía además algunas excepciones: la casi totalidad de las 55 minorías étnicas del país no tenían que seguirla y tampoco las parejas de las zonas rurales si su primer hijo era una niña.