Esa fue la respuesta que ofreció el jueves 6 de abril en rueda de prensa Mao Ning, portavoz de la Cancillería, tras ser preguntada por la carta que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, envió a su homólogo chino, Xi Jinping, pidiéndole ayuda contra el tráfico de fentanilo ante las crecientes críticas a México por parte de algunos políticos estadounidenses.
China y México tienen un “canal fluido de cooperación contra narcóticos” y sus autoridades “mantienen una comunicación sólida”, afirmó Mao, quien mostró su oposición a la “injerencia extranjera” en el país norteamericano y mostró esperanza en que sus autoridades “lleven a cabo acciones más fuertes contra los narcóticos”.
En su intervención, Mao acusó a Estados Unidos de hacer que “otros se tomen la pastilla cuando son ellos quienes están enfermos”, en referencia a las muertes -más de 70 mil en 2021- por consumo de fentanilo en ese país.
“El origen de la causa de las sobredosis está en Estados Unidos. El problema es totalmente ‘hecho en Estados Unidos’. Ellos deben enfrentarse a sus propios problemas y tomar medidas más significativas para reforzar las normativas nacionales y reducir la demanda”, exhortó la vocera.
La carta de López Obrador fue parte de su respuesta a las declaraciones del senador estadounidense Lindsey Graham (republicano), quien le acusó de “no estar haciendo nada” sobre el fentanilo”, que “es producido en su país (México), y los cárteles están envenenando abiertamente a estadounidenses”.
El mandatario mexicano negó que se produzca fentanilo en su país: “Se supone que el fentanilo llega de Asia. Lo que debe quedar claro es que nosotros no producimos fentanilo”.
Según denunció la Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA), los cárteles mexicanos producen el fentanilo ilícito que llega a Estados Unidos con materia prima proveniente de China -país que reguló en 2019 las sustancias relacionadas con esta droga- y, en menor medida, de la India.
En Guatemala
El 23 de marzo pasado autoridades antinarcóticas informaron sobre la incautación de un cargamento de fentanilo que venía en 120 toneles que estaban dentro de un contenedor en Puerto Barrios, Izabal. El producto procedía de Turquía y había pasado por Francia y Colombia.
La Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica (SGAIA) de la Policía Nacional Civil (PNC) reportó este 23 de marzo que incautaron 120 toneles que contienen fentanilo.
>Recientemente Prensa Libre y Guatevisión publicaron que los puertos de Guatemala se han convertido en la puerta de ingreso para introducir la materia prima con la que más tarde, en laboratorios de los cárteles de la droga mexicana, elaboraran drogas, como el fentanilo, que se venden en Estados Unidos y han causado la muerte de más de 100 mil personas solo en un año.
Explicaba que Estados Unidos presiona a lo interno para controlar el tráfico ilegal de fentanilo, y sus alcances han llegado a México en donde culpa a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) de estar detrás de la importación de las sustancias desde China.
Fuentes de la SGAIA sostienen que el fentanilo no se produce y consume en el país, por la evidencia que tienen, pero eso sí han detectado que lo importan desde China para luego trasladarlo a México y los Estados Unidos.
Los controles en los puertos mexicanos los han reforzado y es por eso que las organizaciones criminales han buscado en Guatemala una opción para seguir teniendo acceso al fentanilo proveniente desde Asia.
Hace 15 días las autoridades ejecutaron capturas con fines de extradición de presuntos traficantes de fentanilo. Se trata de una guatemalteca, que ya aceptó ser extraditada a los Estados Unidos, y tres mexicanos que estaban en Guatemala.
La guatemalteca Ana Gabriela Rubio Zea, nacida en la Ciudad de Guatemala el 7 de julio de 1990, deberá responder ante a justicia estadounidense sobre las operaciones que mantenía desde 2014 para enviarle en forma ilegal fentanilo a miembros del Cártel de Sinaloa.
El gobierno estadounidense, por medio de la Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés), la acusa de traficar fentanilo por medio de una empresa de importación y exportación.
La investigación revela que Rubio Zea compraba los químicos precursores de fentanilo por medio de una empresa de importación y exportación en Guatemala con productores chinos. En esa empresa, Dosi-Veloz, controlaba para encubrir, ocultar y promover el tráfico de drogas.
De acuerdo con la DEA, desde el 2014, cuando Rubio Zea tenía 24 años, trabajó como una proveedora clave de químicos precursores de fentanilo de China para narcotraficantes en México, que incluían a miembros del Cártel de Sinaloa.