De acuerdo con el funcionario, en esos lugares los inmigrantes detenidos tienen acceso a agua y comida fresca “24 horas por día”, reciben clases y disponen de espacios para ejercitarse y disfrutar de actividades recreativas al aire libre.
Albence había sido convocado para explicar a los senadores el estado del proceso de reunificación de familias de inmigrantes detenidas en todo el territorio estadounidense a raíz de la política de “tolerancia cero” del gobierno de Donald Trump.
Un juez ordenó al Gobierno que proceda de inmediato a la reunificación de familias, pero el gobierno admite que aún hay centenas de niños que permanecen bajo custodia del Estado y cuyos padres están ante la inminencia de ser deportados o ya han sido expulsados de ese país.
La descripción de los centros de detención como colonias de vacaciones no impresionó al presidente de la comisión, el senador oficialista Chuck Grassley, para quien el gobierno está “fracasando miserablemente” en resolver el problema.
“Hay madres que han sufrido inimaginables abusos físicos, mentales, emocionales y hasta sexuales aún estando bajo custodia federal. Obviamente, esto es inaceptable”, dijo Grassley, sin esconder su irritación.
De su lado, la senadora opositora Dianne Feinstein dijo que la práctica de separar familias era “profundamente inmoral”.
“No es una exageración decir que las políticas del presidente Trump y el Fiscal General Jeff Sessions pueden dejar básicamente como huérfanos a centenas de niños inmigrantes”, expresó.
El gobierno no ha logrado hasta ahora cumplir con la determinación judicial de proceder a reunir a todas las familias, y ya dejó pasar dos veces la fecha límite para ello.
La separación de las familias de inmigrantes, con niños habitualmente trasladados a centros de detención en otros estados de ese país, provocó una consternación nacional.
La orden judicial de proceder a la reunificación de las familias fue la respuesta a las numerosas denuncias sobre el uso de productos psicotrópicos para controlar niños de un centro de detención en Texas.
Separación de familias marcó ‘punto bajo’, dice Ivanka Trump
La hija del presidente de Estados Unidos Ivanka Trump se pronunció contra la mano dura de su padre en torno a la separación familiar en la frontera, señalando que las noticias sobre esta polémica política marcaron un “punto bajo” durante su estancia en la Casa Blanca.
Ivanka, que se describió a sí misma como “hija de inmigrantes” -su madre nació y creció en la antigua Checoslovaquia- dijo que estaba convencida de que la crisis se agravó a principios de este año cuando miles de niños fueron separados de sus padres migrantes.
“Ese fue un punto bajo para mí también”, indicó la mujer, de 36 años, en una conferencia organizada por el sitio Axios, refiriéndose a la política de “tolerancia cero” de la administración de su padre Donald Trump.
“Estoy muy en contra de las separación de las familias y la separación de padres e hijos, por lo que estoy de acuerdo con ese sentimiento”, añadió la empresaria, que también es asesora del presidente.
Ivanka Trump también tomó distancia de la severa condena que su padre ha hecho a los medios de comunicación, ataques que incrementaron los niveles de antagonismo con la prensa en recientes eventos presidenciales.
“No siento que los medios de comunicación sean los enemigos de la gente”, dijo Ivanka cuando se le interrogó sobre el tema.
Contenido relacionado:
>¿Son todos los inmigrantes ilegales en Estados Unidos delincuentes? Y otras preguntas de lectores de la BBC
>Trump señala que solución a la crisis de niños en frontera es “que no vengan”
>Después de presiones y críticas, el Gobierno rechaza la separación de familias migrantes