Las mujeres forman parte de un grupo más numeroso de inmigrantes que cayeron en una serie de operaciones realizadas por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) en los estados de Georgia, Texas y Carolina del Norte a principios del 2016.
El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, dijo entonces que las personas detenidas son adultos y niños que fueron interceptados después del 1 de enero del 2014 cruzando la frontera con México de manera ilegal y que tienen órdenes finales de deportación por una corte migratoria.
Las mujeres, por su lado, aseguran que la Junta de Apelaciones de Inmigración “aprobó amparos” para todas ellas, por lo que su encierro “viola sus derechos”.
“Sus agentes del ICE nos engañaron, diciendo que ya no teníamos derecho a ningún asesoramiento legal, y con mentiras nos hicieron ir con ellos a las dependencias del ICE”, sigue la misiva.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, defendió luego de las redadas que el Departamento de Seguridad Nacional había priorizado los casos de llegadas recientes en sintonía con la política migratoria del presidente Barack Obama.
“La gente debería sacar en conclusión que esta Administración sí es seria con el cumplimiento de la ley”, afirmó Earnest, con el objetivo de desalentar nuevas llegadas.
En la carta, estas mujeres solicitantes de asilo pusieron énfasis en la “injusticia” que supone que sus hijos estén “detenidos” y “pierdan” un año escolar: “Es injusto que nuestros hijos, a tan temprana edad, sepan lo que es estar en una cárcel, custodiados las 24 horas”.
Finalmente, reclamaron ser puestas en libertad para “pelear los casos de asilo con dignidad”.
“No podemos regresar a nuestros países de origen porque estamos expuestas a violencia y amenazas, por eso vinimos a este país pidiendo asilo”, agregaron.
Desde el verano del 2014, el momento álgido de la crisis migratoria de menores centroamericanos no acompañados, EE. UU. ha aumentado el ritmo de deportaciones, con una media de 14 vuelos a la semana.
En el año fiscal 2015, que concluyó el 30 de septiembre pasado, el número de detenciones en la frontera con México disminuyó hasta 331 mil 333 una de las cifras más bajas de las últimas décadas.
Sin embargo, en los últimos meses se han incrementado de nuevo.