Obama y Raúl Castro anunciaron el pasado 17 de diciembre del 2014 un histórico proceso de acercamiento, que fue saludado por el mundo entero, y que pondría fin al último resabio de la Guerra Fría en América.
La cancillería cubana dio a conocer la fecha el miércoles en un comunicado luego de informar que el jefe de la Sección de Intereses de Washington en la isla, Jeffrey DeLaurentis, había entregado una carta del presidente Barack Obama a su par isleño Raúl Castro.
La misiva “confirma la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas entre los dos países y abrir misiones diplomáticas permanentes en las respectivas capitales, a partir del 20 de julio de 2015” , expresó.
La carta fue recibida por el ministro interino de Relaciones Exteriores Marcelino Medina en una sala de la cancillería que lucía de fondo las banderas de ambos países.
Se permitió a los fotógrafos tomar imágenes del momento pero no se difundió el contenido completo de la misiva. Por su parte, el presidente Castro también envió una carta a Obama, informó la televisión cubana que leyó la misiva del mandatario en la cual confirmó la reapertura de embajadas y exhortó a tener renovadas relaciones regidas por el derecho internacional.
También se dio a conocer una declaración del gobierno cubano en la que demandó que se levante el embargo impuesto a Cuba por Estados Unidos y se compense a la isla por los daños ocasionados por la política hostil de Washington.
Ambos gobiernos decidieron restablecer sus relaciones diplomáticas en diciembre como un primer paso hacia la normalización de las relaciones totales, que incluirían el levantamiento de las sanciones contra la isla que llevan más de cincuenta años.
Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Cuba en 1961 después de la revolución liderada por Fidel Castro y pasó décadas tratando de derrocar al gobierno de la nación caribeña o aislarlo, incluso mediante el recrudecimiento del embargo impuesto inicialmente por el presidente Dwight D. Eisenhower.
Desde fines de la década de 1970 Estados Unidos y Cuba operan misiones diplomáticas denominadas Secciones de Intereses en La Habana y Washington que están técnicamente bajo la protección de Suiza y no gozan del mismo estatus que una embajada plena.