La poca población de la ciudad puede explicarse con la historia de Croacia. Hace un siglo atrás, con la caída del imperio Austro-Húngaro, la reconfiguración de las fronteras causó que Legrad se convirtiera en un lugar casi incomunicado.
De acuerdo con el alcalde Ivan Sabolic, Legrad se convirtió en una ciudad fronteriza con pocas conexiones de transporte. Esto ha motivado que la población nativa busque establecerse en otros lugares.
La ciudad establece una serie de condiciones para poder comprar una de las casas: los compradores deben tener menos de 40 años, estar dispuestos a vivir en Legrad por un mínimo de 15 años y tener una situación económica estable.
Los interesados en mudarse a Legrad también deben estar dispuestos a remodelar las viviendas, por lo que la Municipalidad del lugar ha destinado alrededor de $US$ 4 mil para cada nuevo residente.
Hasta el momento, 17 casas han sido vendidas y el alcalde Sabolic ha indicado que la oferta ha causado mucho interés en varios países.