muertes diarias provoca la violencia en El Salvador.
El gobierno salvadoreño estableció un plan de contingencia, que incluye más de 120 vehículos entre autobuses, microbuses y camionetas que ofrecen transporte del centro de San Salvador hacia distintos puntos del área metropolitana, custodiados por 260 agentes de la Policía Nacional Civil.
Numerosos vehículos particulares se improvisaron como taxis, estableciendo precios determinados por los propios conductores, que oscilan entre los 25 centavos y US$1.
Viajeros hacinados en los distintos medios de transporte o vehículos particulares lograron llegar a sus puestos de trabajo más tarde de lo habitual, pese a que la mayoría salieron de sus casas más temprano que de costumbre.
Si bien algunos centros educativos suspendieron las clases, la mayoría de instituciones continúan con sus jornadas habituales.
El dispositivo de transporte y seguridad del Gobierno se mantendrá mientras duren los paros de conductores, amenazados por las pandillas.
El Ejecutivo dijo este martes que las pandillas ejercen el “terrorismo” en contra de los transportistas en un intento por presionar a las autoridades a concretar “algún tipo de pacto” con ellas, pero que el Gobierno “no cederá”.
Amenaza
A través de una carta difundida semanas atrás y atribuida a líderes encarcelados de las pandillas, estos plantearon a las autoridades una especie de pacto para reducir la violencia, que se ha disparo en los últimos meses, pero el Gobierno rechazó cualquier iniciativa en ese sentido.
“Estos grupos criminales han encontrado en este gobierno, en el presidente Salvador Sánchez Cerén, un hombre firme, un hombre claro de su compromiso de impulsar una estrategia de persecución del delito, una estrategia de no darles ninguna tregua”, sostuvo el secretario de Comunicaciones de El Salvador, Eugenio Chicas.
líneas de autobús están en paro.
Según los datos oficiales en el primer semestre del 2015 los asesinatos en El Salvador se dispararon en un 55.7 %, en comparación con el mismo período del año anterior, y sumaron dos mil 865, lo que se traduce en casi 16 muertes diarias.
En el 2012 y durante 15 meses, una tregua entre las pandillas, de la que el Gobierno del entonces presidente Mauricio Funes se desligó, permitió que el promedio diario de homicidios en El Salvador bajara de 12 a 5.