“Regresamos a Costa Rica en un buen momento, porque nuestra hija mayor acaba de terminar la secundaria y ahora podrá empezar sus estudios universitarios en el país. Igualmente Nico podrá seguir sus estudios de colegio en Costa Rica”, afirmó Montoya en una entrevista con el diario costarricense La Nación.
La familia espera que su regreso a Costa Rica sea de manera temporal, mientras resuelven el caso ante las autoridades migratorias de Canadá, que calcula podría tardar entre dos y tres años.
Montoya explicó que luego de denunciar el caso de manera pública lograron acercamientos con representantes del Ministerio de Inmigración de Canadá.
“Ellos dijeron que estaban interesados en avanzar con cambios en las políticas. Una de las opciones es un cambio en la ley; otra es el cambio en los reglamentos de procesamiento en las aplicaciones a residencia permanente; y otra opción es el cambio en la interpretación de los reglamentos”, dijo Montoya.
El matrimonio había explicado que la decisión es contraria a la propia Constitución de Canadá, que prohíbe la discriminación por discapacidad.
Montoya señaló que denunciaron el caso porque creen que la decisión de las autoridades migratorias canadienses es injusta.
“Nuestra lucha es más una cuestión de principios”, declaró el profesor universitario, que reconoció que, cuando fue contratado por la Universidad de York hace tres años, fue advertido de que podría tener problemas para obtener la residencia permanente por la condición de su hijo Nico.
“Ha sido discriminado simplemente por su identidad genética. La única diferencia es que tiene una condición genética que le hace diferente”, añadió Montoya.