Las autoridades se vieron obligadas a usar el aliviadero auxiliar de la represa de Oroville, unos 125 kilómetros al norte de Sacramento, debido a que las intensas lluvias caídas en enero y febrero hicieron subir el nivel del embalse a niveles récord.
Sin embargo, poco después notaron que el vertedero de aguas había sufrido una grave erosión por lo que podría colapsar, así que este domingo ordenaron la evacuación de unas 188 mil personas.
El estado de Emergencia fue decretado en los condados de Butte, Sutter y Yuba. “El estado está derivando el personal necesario y los recursos para lidiar con esta situación muy grave”, añadió Brown.
El sheriff del condado de Butte, Kory Honea, indicó al diario “Sacramento Bee” que aún no se sabe cuándo podrán regresar los habitantes a sus casas.
Unos cien agentes de patrulla de carretera de California han sido enviados a la zona afectada y mil 200 efectivos de la Guardia Nacional han sido convocados para que estén listos para su movilización si es necesario, añadió el medio.
Los evacuados colapsaron las autopistas de salida y las gasolineras e hicieron reservas de último momento en hoteles. Según el “Sacramento Bee”, la orden de evacuación cubre un área de 160 mil habitantes.
En su primera alerta, el Departamento de Recursos Hídricos (DWR) incluso señaló a las 16.45 horas (00.45 GMT del lunes) que el aliviadero podría colapsar “en la próxima hora”.
Debido a ello, el departamento desvió más cantidad de agua por el vertedero principal del embalse en un esfuerzo por “evitar una mayor erosión en la parte superior del aliviadero auxiliar”.
Un agujero que se produjo la semana pasada en el vertedero principal hizo que tuviera que recurrirse al de emergencia por primera vez en los 48 años de historia de la represa, indicó el Departamento.
El dique de Oroville en sí -el más alto de ese país con casi 235 metros- “está en buen estado y es una estructura distinta”, subrayaron las autoridades.
California, que lleva muchos años sufriendo fuertes sequías, enfrenta este invierno (boreal) la situación contraria, con fuertes lluvias y nevadas.