El mandatario manifestó en una conferencia desde la Casa Presidencial que la Ley General de Minería Metálica, aprobada en diciembre del 2024 por el oficialismo en el Congreso por iniciativa de su Gobierno, “es muy diferente a la que había antes”.
La práctica de explotación minera era permitida en El Salvador hasta 2017, año en que la Asamblea Legislativa de ese entonces aprobó prohibirla por considerarla una amenaza para el desarrollo y bienestar de las familias.
Bukele apuntó que para garantizar que la explotación minera se haga bien, el Gobierno deberá tener participación accionaría y de decisión en la empresa a la que se conceda el permiso de explotación.
“Antes se daban permiso a las empresas (…) y la empresa iba y ejecutaba y el Gobierno supervisaba, eso no está mal, pero nosotros pensamos que para garantizar que se haga bien (…) vamos a hacer en conjunto la extracción minera“, explicó.
De esta manera, el mandatario salvadoreño opina que el Gobierno tendrá más poder sobre lo que se hará, además tendrá más responsabilidad porque se extraerá minerales junto a una empresa.
Bukele destacó de momento no hay ningún permiso de minería todavía, pero adelantó que cuando se monte la oficina para atender los intereses de las empresas mineras alrededor del mundo, tendrán que negociar con el Gobierno la participación en las operaciones.
Datos de organizaciones ambientalistas destacan que la explotación minera afectará el agua del río Lempa, el más largo de Centroamérica, así como a cuatro millones de personas del norte de El Salvador que integra Cabañas, Chalatenango, San Vicente, Morazán, San Miguel, Usulután y La Unión.
No obstante, Bukele sostuvo que los ríos en El Salvador no están contaminados por la minería, sino por las heces fecales, tanto de las ciudades que botan directamente sin tratamiento las cantidades, no solo de heces fecales, sino de todas las aguas negras y residuales.
“El país está sucio por la basura, por los lixiviados, por las agua negras y grises, está sucio por el no tratamiento del agua, por la mala cultura que tenemos de botar la basura”, comentó Bukele.
El agua del río Lempa se utiliza, principalmente, para el riego de cultivos agrícolas y la generación de energía eléctrica.
La cuenca trinacional del río Lempa posee un área total de 17 mil 790 kilómetros cuadrados de los cuales, 10 mil 082 kilómetros cuadrados corresponden a El Salvador, 5 mil 251 a Honduras y 2 mil 457 a Guatemala.
La longitud del cauce principal es de 422 kilómetros, de los cuales 360.2 kilómetros corren dentro de territorio salvadoreño, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).