En ellas, los manifestantes colocaron neumáticos y los quemaron en el medio de la pista, impidiendo la circulación de vehículos.
Los bomberos apagaron el fuego en los tres bloqueos y permitieron que los vehículos volvieran a circular por la pista.
81% de brasileños está de acuerdo con enjuiciar a Temer, según sondeos.
Las tres protestas pedían que la Cámara de Diputados autorice este miércoles en una votación que la Corte Suprema abra un juicio penal contra Temer por corrupción pasiva.
En tal caso, el mandatario sería suspendido del cargo durante 180 días y destituido si al cabo del proceso fuera declarado culpable.
Esa votación, como admitió el Supremo, tendría un carácter netamente político, un terreno favorable a Temer y a su mayoritaria base parlamentaria, que precisa el apoyo de sólo 172 de los 513 diputados para que la denuncia sea archivada.
Según los cálculos del Gobierno, el oficialismo cuenta por lo menos con 250 votos, lo que haría inviable el esfuerzo de la minoritaria oposición, que deberá reunir una mayoría cualificada de dos tercios para dar curso a la denuncia.
Temer fue denunciado por la Fiscalía tras las confesiones de directivos del grupo JBS, que han dicho que sobornan a Temer desde 2010 y que han seguido haciéndolo una vez que llegó al poder.