“Ha llegado el momento, estamos listos para afrontar el desafío” declaró el deportista de 42 años, quien ha aceptado ser candidato de una facción disidente del partido del actual presidente Rodrigo Duterte.
Pacquiao, conocido como “Pac Man”, es el único boxeador en haber sido campeón del mundo en ocho categorías de peso diferentes, y es una fuente inagotable de orgullo para los filipinos.
El boxeador tomó su decisión de ser candidato algunas semanas después de su último combate profesional, cuando fue derrotado el 22 de agosto en Las Vegas por el cubano Yordenis Ugas.
Manny Pacquiao ya entró en política en 2010, al ser elegido diputado, antes de ser senador en 2016. Ha generado controversias por sus declaraciones favorables a la pena de muerte y hostiles a la homosexualidad.
I boldly accept the challenge of running as PRESIDENT of the Philippines. We need progress. We need to win against poverty. We need government to serve our people with integrity, compassion and transparency. The time is now. I am ready to rise to the challenge of leadership. 🇵🇭 pic.twitter.com/suN1zFTxyW
— Manny Pacquiao (@MannyPacquiao) September 19, 2021
Pero es muy popular en su país, donde su generosidad y su camino hacia el éxito, luego de haber nacido en la extrema pobreza, suscitan gran admiración.
En su infancia, vivió en la calle antes de lanzarse al boxeo profesional en enero de 1995, con una bolsa de 1 mil pesos, que equivalen a un poco más de US$20. Ahora su fortuna asciende a unos US$500 millones.
Una “megaprisión” para corruptos
Además de sus credenciales como boxeador, su promesa de lucha contra la pobreza y la corrupción serán temas claves de su campaña.
Pacquiao ya ha prometido hacer todos los esfuerzos posibles para llevar a cabo su misión, empezando por enviar a “centenares o miles” de políticos corruptos a una “megaprisión” construida especialmente para ellos.
“A todos los que me preguntan cuáles son mis competencias y aptitudes, pregunto: ¿acaso ya han sufrido por pasar hambre?” declaró Pacquiao este domingo ante sus partidarios.
“¿Saben ustedes lo que es no tener nada que comer, tener que pedir prestado dinero a sus vecinos o esperar a recuperar los restos de un restaurante? El Manny Pacquiao que tienen frente a ustedes ha sido moldeado por la pobreza”, agregó.
Hasta hace poco, el boxeador, quien es un devoto cristiano evangélico, era partidario del presidente Duterte y de su controvertida guerra contra la droga, sobre la cual los fiscales de la Corte Penal Internacional quieren investigar por el presunto asesinato de miles de personas.
Pacquiao dijo en una reciente entrevista que seguiría aplicando mano dura contra la droga, pero de una forma “limpia” que supone no violar los “derechos de los individuos”.
Al preguntársele si, en caso de llegar a ser presidente, protegería al actual jefe de Estado Duterte si éste es encausado, respondió: “Todos debemos respetar la ley”.
Según la constitución filipina, Duterte solamente puede cumplir un mandato como presidente. El actual mandatario ya anunció a través de su abogado que no cooperará con la Corte Penal Internacional en la investigación sobre la guerra contra la droga desplegada durante su mandato.
En su carrera hacia la presidencia, Pacquiao podría enfrentarse a una temible oponente, Sara Duterte, la hija del actual jefe de Estado, si es que ésta presenta su candidatura. La fecha límite para hacerlo es el próximo 8 de octubre.