El conflicto ha dejado vastas zonas del este de Ucrania en manos rebeldes. Tanto los rebeldes como las fuerzas oficialistas han establecido puestos de control en la frontera, obligando a miles de personas a pasar horas o incluso días haciendo cola para pasar. Los transeúntes tienen que pedir autorizaciones especiales y someterse a revisiones.
Los residentes locales se han quejado de largas demoras y de la corrupción de funcionarios que exigen dinero a cambio de dejar pasar a la gente.
Los autoproclamados responsables del este dijeron el miércoles que las víctimas estaban pasando la noche en sus automóviles en un puesto de control cerca dela aldea de Olenivka, con la esperanza de cruzar la frontera en la mañana.
Según la agencia de noticias Donetsk, aliada de los rebeldes, el ministro de defensa Eduard Basurin dijo que entre las víctimas había una embarazada. Basurin aseguró que el suceso fue causado por un cañoneo desde el lado ucraniano de la frontera.
Las autoridades ucranianas lo negaron. Según el sitio web independiente Noticias de Donbass, un portavoz de la guardia fronteriza, Anatoly Kotsurba, dijo que hubo una explosión en el lugar y no un cañoneo.
Los observadores internacionales han criticado la creación de los puestos de control fronterizos, pues causan la aglomeración de miles de personas en el lugar dejándolos vulnerables a ataques.