Por su parte, el Ministerio del Interior yemení, también bajo el control de los hutíes, dijo en un comunicado que entre los fallecidos hay al menos 70 mujeres.
Los ataques de la coalición, encabezada por Arabia Saudí, tienen como objetivo a los rebeldes chiíes.
El conflicto de Yemen pone a los rebeldes, conocidos como hutíes, y a las fuerzas leales al expresidente Ali Abdulá Salé contra el gobierno apoyado por los saudíes y la comunidad internacional.
La coalición respaldada por Estados Unidos y encabezada por los saudíes ha emprendido ataques aéreos contra los rebeldes desde marzo, pero también suele afectar a civiles.
En el conflicto han muerto al menos 2 mil cien civiles, según cifras de la ONU.
Todas las autoridades y residentes hablaron bajo condición de permanecer en anonimato porque no tienen autorización para hacer declaraciones a los medios por temor a represalias.
Por otra parte, la agencia oficial de noticias yemení, Saba, que también está controlada por el movimiento de los hutíes, informó de que la coalición árabe efectuó este lunes más de 30 bombardeos contra posiciones de los rebeldes y sus aliados en la provincia petrolera de Mareb, en el norte del Yemen.
Los hutíes y las fuerzas leales al expresidente yemení Alí Abdalá Saleh intentan controlar las provincias de Mareb y Taiz para situarse en una posición más fuerte de cara a unas futuras negociaciones con el Gobierno del actual mandatario, Abdo Rabu Mansur Hadi.
El domingo recién pasado, al menos 28 civiles murieron y otros 17 resultaron heridos en un bombardeo de la coalición árabe sobre una población situada cerca de la frontera yemení con Arabia Saudí, según Saba.
La coalición encabezada por Riad actúa en el Yemen en contra los hutíes desde el pasado marzo, cuando éstos consiguieron expulsar a Hadi de la ciudad de Aden, adonde el presidente regresó la semana pasada tras los progresos registrados sobre el terreno por sus tropas, respaldadas por la aviación árabe.
Los bombardeos lanzados por los aliados árabes-suníes han golpeado en muchas ocasiones objetivos civiles y han causado víctimas entre la población en zonas bajo control de los rebeldes, especialmente la capital Saná.