Nabi Jan Mullahkhail, responsable de la policía provincial, indicó, por su parte, que la explosión dejó 16 muertos y tres heridos.
Según él, el artefacto explotó al borde de una carretera cuando pasaba la furgoneta en la que viajaba la familia. Entre las víctimas hay “numerosos niños y mujeres“, precisó.
La bomba estalló una hora antes de la ruptura del ayuno del ramadán. Las víctimas venían de Lashkar Gah, la capital de la provincia del Helmand, y regresaban a su casa, en el distrito de Marja.
El Helmand y la provincia vecina de Kandahar son la cuna de la insurrección de los rebeldes talibanes.
Se trata del primer atentado de este tipo en Afganistán desde el comienzo del ramadán el pasado jueves.
El ataque aún no ha sido reivindicado, pero los atentados suicidas y los explosivos situados al borde de las carreteras son los recursos preferidos de los talibanes.
Esos rebeldes islamistas combaten a las tropas de la Otán y las fuerzas de seguridad afganas desde que una coalición internacional los expulsó del poder en el 2001.