Asimismo, ambos discutieron “la importancia general del sector manufacturero estadounidense y la continuada y fuerte contribución de Boeing y su compromiso con los empleos en EEUU” .
El gigante aeronáutico estadounidense trataba así de calmar las aguas después de que este martes, Trump volviese a agitar la polémica desde su cuenta personal de Twitter, su red social favorita.
“¡Que se cancele la orden!” , afirmó el presidente electo. “Boeing está construyendo un nuevo 747 Air Force One para futuros presidentes, pero los costos están fuera de control, más de 4.000 millones de dólares” , escribió.
El comentario hizo caer temporalmente las acciones de Boeing en Wall Street.
Por su parte, el presidente electo redujo también el tono esta mañana en una entrevista en la NBC en la que aseguró que había conversado anoche con Muilenburg, del que dijo que es “un gran tipo” y con el que iba a solucionar la controversia.
“Para eso estoy aquí. Voy a renegociar precios. Los aviones son demasiado caros. Vamos a reducir los precios. Si no logramos rebajar los precios, no los vamos encargar, nos quedaremos con lo que tenemos” , agregó.
Aunque el contrato actual del gobierno federal con Boeing es de 170 millones de dólares para el estudio de las primeras fases del proyecto, la Oficina de Contabilidad del Gobierno cifró el potencial coste total en tres mil 200 millones de dólares para el año fiscal 2020.
La Casa Blanca dispone actualmente de dos unidades del Air Force One, modelo 747-200, que tienen más dos décadas de servicio. La idea es que sean reemplazados por dos Boeing 747-8, el nuevo modelo, con más autonomía de vuelo y un tamaño ligeramente mayor.
Boeing, con sede en Chicago y que cuenta con más de 150.000 empleados en EEUU, es la principal empresa exportadora y recientemente ha anunciado sus planes de abrir una fábrica en China para completar los pedidos a aerolíneas chinas.
Trump ha hecho del proteccionismo comercial uno de los ejes de su campaña, y ha amenazado a las grandes empresas que tengan la intención de trasladar fábricas a otros países para ahorrar costes con que eso tendría “consecuencias”.
Pentágono defiende acuerdo con Boeing
El Pentágono defendió este miércoles el controvertido proyecto para substituir el avión presidencial estadounidense, el Air Force One, apenas un día después que el presidente electo, Donald Trump, alegó que el proceso estaba “fuera de control” .
La gigante aeronáutica Boeing implementa ahora un contrato por 170 millones de dólares para definir los detalles del nuevo modelo, del que fabricaría dos unidades.
Sin embargo, el martes Trump reclamó que el costo total del proyecto ya ascendía a cuatro mil millones de dólares, y en la red Twitter sugirió que podría ordenar el cancelación del pedido.
El proyecto prevé la transformación de dos aviones 747-8 en aeronaves para el presidente estadounidense que deberían ser entregados en el 2024, con un costo que inicialmente fue estimado en unos 3.000 millones de dólares.
El capitán Jeff Davis, portavoz del Pentágono, dijo este miércoles que se trata de un proyecto extraordinariamente complejo.
“Puede parecer mucho dinero, pero hay que tener en cuenta que es un sistema de sistemas. Incluye muchas partes y no todas de Boeing” , expresó Davis.
De acuerdo con el vocero, “el sistema tendrá piezas de muchas diferentes compañías que proporcionan los equipos correspondientes. Y simplemente no conocemos el número exacto” .
Los comentarios de Trump empujaron a la baja las acciones de Boeing, aunque éstas se recuperaron este miércoles.
Además de ser un lujoso centro de comando para el presidente, el Air Force One está repleto de equipos de defensa, tecnología para evadir misiles y diversas plataformas de comunicación.
Esas aeronaves tienen una “increíble capacidad en términos de comunicación, como están montados y sus sistemas de defensa, y usan sistemas que permite defenderse en cualquier tipo de situación que podamos imaginar” , añadió.
Davis apuntó que los responsables por el proyecto “esperamos tener la oportunidad de explicar las exigencias requeridas (…) y el costo estimado, y estamos preparados para trabajar con el nuevo presidente y la nueva administración para reducir costos” .