Duane explicó que su hija de 27 años la llamó el lunes para decirle que ella y su prometido habían decidido no casarse.
Poco después, la familia decidió compartir la fiesta —cuyo gasto no era reembolsable— con los menos afortunados.
“Aunque a mi marido y a mí nos da pena por nuestra hija, fue alentador ver que tanta gente estuviera allí disfrutando del banquete”, comentó Duane.
Agregó que ya había pagado por una recepción para 120 invitados. Unas 90 personas sin hogar, abuelos y familias enteras con bebés se presentaron al lugar y disfrutaron de un banquete con bocadillos, ensalada, ñoquis, salmón y carne asada.
Algunos incluso se vistieron con sus mejores galas para la ocasión. Erika Craycraft acudió con su marido y cinco hijos. “Perder algo tan importante y después donarlo a otros es realmente meritorio”, dijo Craycraft a la televisora KCRA-TV http://bit.ly/1LhGQNe.
Parte del precio incluía un viaje de luna de miel, pero ese no fue donado a los indigentes. El domingo, madre e hija viajaron a Belice.
“Espero que cuando ella recuerde esto, sepa que convirtió una mala situación en algo positivo”, comentó Duane.
