Biden llegó a las 19.23 horas locales con una nutrida comitiva procedente de El Paso, estado de Texas (sur), para su primera visita oficial a México en dos años de gobierno.
Biden aterrizó en el aeropuerto Felipe Ángeles, a unos 40 km de Ciudad de México, y fue recibido por López Obrador con honores militares.
En medio de un fuerte dispositivo de seguridad, ambos abordaron un vehículo que los transportaba a la capital mexicana, donde Biden pasará la noche en un hotel de la exclusiva zona de Polanco.
Este lunes se reunirá con López Obrador en el palacio presidencial, y el martes participará en la Cumbre junto con el primer ministro candiense, Justin Trudeau.
Durante el encuentro con el presidente mexicano, Biden abordará la inmigración ilegal y el contrabando de fentanilo, una droga que los cárteles locales elaboran en gran cantidad y que ha provocado miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos, temas que pueden afectar su imagen en una eventual candidatura para su reelección en 2024.
El mandatario visitó este domingo El Paso en un intento por acallar las críticas en su país por no haber pisado la convulsa frontera común de 3.100 km en su gobierno.
“Nuestras comunidades fronterizas representan lo mejor de la generosidad de nuestra nación y vamos a conseguirles más apoyo mientras ampliamos las vías legales para una migración ordenada y limitar la inmigración ilegal”, escribió en su cuenta de Twitter antes de llegar a Texas.
Biden se reunió con personal uniformado de los servicios de Aduanas e Inmigración y la Patrulla de Fronteras en el puesto de control del Puente de las Américas, un complejo de edificios de inspección y vallas que separan a los dos países.
Unas 2.3 millones de detenciones y expulsiones de migrantes indocumentados en el año fiscal 2022; 108 mil muertes por sobredosis de drogas en 2021: migración y narcotráfico estarán en el centro de la reunión de Biden y López Obrador prevista el lunes.
“México es particularmente relevante a la hora de tratar ambos problemas agudos, que se han convertido en vulnerabilidades políticas para Biden”, declaró a la AFP Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano.
El pasado jueves el presidente anunció un programa de migración limitada a Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, aunque el flujo incesante abarca varias otras naciones.
Se permitirá el ingreso mensual de hasta 30 mil personas durante dos años, al tiempo que refuerza las expulsiones de quienes ingresen ilegalmente.
Pero sin un plan de refugio robusto, “estas nuevas medidas solo empujarán a quienes busquen asilo a situaciones peligrosas”, advirtió la oenegé Comité Internacional de Rescate.
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Apartándose momentáneamente de esos temas, Biden tildó de “escandalosa” la invasión, este domingo, de edificios del Poder Ejecutivo, el Congreso y el Tribunal Supremo en la capital de Brasil por parte de cientos de partidarios del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, en rechazo a la asunción del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
López Obrador denunció ese asalto como un “intento golpista”.