Ahora la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) los acusa de organizar uno de los ataques más graves contra militares en los últimos años.
BBC NEWS MUNDO
¿Quiénes son los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán que disputan el imperio de su padre?
Eran más conocidos por sus fotos en redes sociales donde presumían dinero, joyas y armas cubiertas de oro. Pero tras la recaptura de su padre su perfil es otro.
Joaquín "El Chapo" Guzmán, exlíder del Cartel de Sinaloa, está encarcelado en una prisión de máxima seguridad. GETTY IMAGES
Son Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, dos de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, exlíder del Cartel de Sinaloa y encarcelado en una prisión de máxima seguridad.
Los jóvenes —de 33 y 30 años de edad, respectivamente— pretenden mantener el control de la organización de su padre, dicen especialistas como Ricardo Ravelo, autor de varios libros sobre narcotráfico.
“Están intentando con sus recursos, sus complicidades, con lo poco o mucho que saben del negocio, controlar el territorio que “El Chapo” Guzmán dejó vacío”, explica a BBC Mundo.
“No es solamente un vacío físico, sino de poder, lo cual hace posible que una gran extensión territorial quede a expensas de otros grupos criminales que han codiciado esa ruta históricamente importante”.
Pero en ese camino, los hijos del capo enfrentan la resistencia de algunos familiares, sobre todo de su primo Alfredo Beltrán Guzmán, El Mochomito, quien les declaró la guerra.
La disputa por el territorio provoca una oleada de violencia en Sinaloa, en el noroeste del país.
“Vamos con todo”
Una de las consecuencias fue la emboscada a un convoy militar el 30 de septiembre en Culiacán, capital del estado.
Cinco soldados murieron y otros diez resultaron heridos. El secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, anunció una exhaustiva operación para capturar a los responsables.
“Que las organizaciones criminales sepan que no descansaremos hasta que sean juzgados”, dijo el militar durante un homenaje a los soldados abatidos.
“Sepan que vamos con todo, con la ley en la mano y la fuerza que sea necesaria”.
Sin embargo los hijos del capo enviaron un mensaje a través del abogado de su padre, José Refugio Rodríguez.
“Se deslindan de los lamentables hechos en que perdieron la vida los militares en cobarde emboscada”, dijo a medios locales.
“Ellos solicitan una investigación objetiva e imparcial en el esclarecimiento de los hechos”.
Herederos
Iván y Alfredo son hijos de Alejandrina Salazar, la primera esposa de Guzmán Loera.
Al capo se le conocen 18 hijos con siete parejas, según datos de la revista Proceso que cita a su expediente carcelario.
Uno de ellos, Edgar Guzmán Salazar, fue asesinado en Culiacán en 2008.
De los demás sólo tres han sido vinculados con la organización de su padre. Se trata de Iván, Alfredo y su primo Ovidio Guzmán López.
El gobierno de Estados Unidos mantiene investigaciones en su contra, e incluso la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC en inglés) los incluyó su lista de personajes con quienes se prohíbe realizar algún negocio.
Iván Archivaldo, “El Chapito”, fue detenido en 2005 por presuntamente lavar dinero del Cartel de Sinaloa, pero tres años después fue liberado por falta de pruebas.
El pasado 15 de agosto Jesús Alfredo, “El Alfredillo”, fue secuestrado en el restaurante La Leche del balneario de Puerto Vallarta, Jalisco.
La fiscalía del estado responsabilizó al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) del plagio.
El joven, quien participaba en una fiesta de cumpleaños, fue liberado días después.
No está claro si se pagó algún rescate. Medios como Riodoce señalan que Ismael “El Mayo” Zambada, actualmente el líder principal del Cartel de Sinaloa, negoció la liberación.
Rebelión
En 2005, cuando fue encarcelado, a Iván Archivaldo se le realizaron exámenes psicológicos para determinar su nivel de peligrosidad.
Uno de ellos, citado por el portal Sin Embargo, señala que “El Chapito” es “inmaduro en su desarrollo e inseguro”.
Además “percibe a la figura paterna protectora y poderosa, como concepto, pero distante y ausente en la relación psicoafectiva”.
Y concluye: “Debido a las características de personalidad resulta vulnerable por su proclividad a afiliarse a grupos para y antisociales”.
Eso parece haber hecho desde que salió de la cárcel. Según la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA, Iván, Alfredo y Ovidio encabezan sus propios grupos dentro de la organización de su padre.
Las autoridades de ese país les acusan de narcotráfico y lavado de dinero.
Pero desde enero, cuando “El Chapo” fue recapturado, la familia enfrenta una rebelión en su territorio.
En junio un grupo de 150 sicarios atacaron la casa de Consuelo Loera, madre del capo, y desde entonces empezó una intensa disputa que provocó el desplazamiento de cientos de personas.
Los hijos de Guzmán Loera, junto con su tío Aureliano pretenden conservar el mando de la organización. Pero no es fácil, señala Ricardo Ravelo.
“Es una guerra interna y externa”, explica. “Interna porque dentro de la familia se están haciendo pedazos por controlar el negocio”.
“Y por otro lado hay grupos externos, en este caso el Cartel del Golfo, lo que queda de los Beltrán Leyva, (Rafael) Caro Quintero que están metiendo las manos para controlar un gran trozo de ese territorio tan socorrido por el crimen organizado”.
La zona en disputa es el llamado Triángulo Dorado, una región montañosa en los límites de Sinaloa, Durango y Chihuahua.
Allí se produce la mayoría de la marihuana y heroína mexicana que se exporta a Estados Unidos y Europa.
La duda
¿Los hijos de “El Chapo” Guzmán tienen capacidad de quedarse con el negocio familiar?
Francisco Jiménez Reynoso, investigador de la Universidad de Guadalajara, cree que es posible.
“Hay canibalismo entre los grupos que se dedican al crimen organizado pero todavía queda un resabio de ética”, le dice a BBC Mundo.
“Los herederos son respetados por otros pares y tiene una gran representatividad ser hijo de un personaje como el “Chapo”.
Pero Ricardo Ravelo insiste en un escenario “complicado”. Guzmán Loera es conocido por su habilidad para derrotar adversarios y consolidar la expansión del Cartel de Sinaloa.
Un talento que los hijos no demuestran hasta ahora.
“Son demasiado temperamentales, inmaduros y obviamente muy jóvenes como para poder asumir el control de una organización tan poderosa”.
Además rompieron una regla “de oro” en la organización: “Están generando demasiada violencia y lo peor, se metieron con el Ejército”.
Algo que los viejos capos no solían hacer. Entre ellos el vínculo con las autoridades era generalmente para conseguir su apoyo.
Por eso la organización que hoy se conoce como el Cartel de Sinaloa se ha mantenido casi sin cambios durante décadas.
“Los viejos capos tenían muy claro que la violencia no se lleva con el negocio”.