El sitio, un refugio de libertad para los supremacistas blancos, pronto borró su contenido, pero noventa minutos más tarde, Crusius comenzó su acometida: comenzó a disparar contra los cientos de personas que, según las autoridades, se encontraban en la tienda de Walmart en ese momento.
BBC NEWS MUNDO
Tiroteo en El Paso, Texas: qué dice el “manifiesto” contra “mexicanos” e “invasores hispanos” que escribió el autor de la masacre en Walmart
Poco antes de colarse en una tienda de El Paso a disparar muerte, Patrick Crusius, un joven blanco de 21 años publicó un desconcertante documento en la polémica plataforma 8chan.
En el texto asegura que probablemente moriría ese mismo día, pero lo cierto es que se entregó poco después a las autoridades sin resistencia.
Sin embargo, al menos 20 personas murieron y otras 26 resultaron heridas en el que ya es considerado uno de los peores tiroteos en la historia reciente de Estados Unidos.
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Según confesó el sospechoso a las autoridades poco después, su objetivo era “matar tantos mexicanos” como le fuera posible, algo que se desprende del documento que las autoridades finalmente le atribuyeron este domingo.
Como resultado, el fiscal de distrito de El Paso, Jaime Esparza, indicó que la policía tratará el caso como “terrorismo doméstico” y buscarán la pena de muerte para Crusius.
Antes, las autoridades habían explicado que el documento estaba cargado de “odio, intolerancia y fanatismo” y que podría mostrar una conexión del sospechoso con “grupos de odio”.
Pero ¿qué dice el “manifiesto” que ha llevado a las autoridades de Estados Unidos a considerar lo sucedido como “terrorismo doméstico” y un “crimen de odio”?
“Supremacismo blanco“
El “manifiesto” comienza con una declaración de simpatía hacia el autor de los tiroteos en las mezquitas de Christchurch en los que 51 personas murieron en dos ataques consecutivos en marzo.
El sospechoso, que siguió el mismo modelo del autor de los ataques en Nueva Zelanda de dejar un documento con sus ideas y justificaciones, asegura que el ataque fue una respuesta a lo que llama una “invasión hispana de Texas”.
Texas, como la mayoría de los estados del sur de EE.UU., pertenecieron a México hasta finales del siglo XIX.
También, como el atacante Christchurch, alega a una idea popular entre los supremacistas blancos: que personas extranjeras estaban desplazando a la “gente blanca” de “origen europeo”.
Dicha teoría racial llamada “el gran reemplazo” fue promovida por un escritor francés llamado Renaud Camus y argumenta que las élites en Europa han estado trabajando para “sustituir” a los europeos blancos con inmigrantes del Medio Oriente y el norte de África.
La diatriba, de cuatro folios y 2.300 palabras, se titula “La verdad incómoda” no solo ataca a mexicanos e hispanos, también alega que los “judíos no ocuparán” el lugar de los “estadounidenses blancos”.
Los congresistas demócratas también se llevan parte de las críticas, pues según el atacante, tienen una estrategia para lograr una mayoría permanente para dar cabida a la creciente población hispana.
También culpa a los políticos de ambos partidos por la “podredumbre Estados Unidos de adentro hacia afuera”, a la vez que se lamenta de que “la enorme población hispana en Texas” volvería al estado “un bastión demócrata”.
En su discurso antiinmigración también repite otra idea común entre los supremacistas: que los inmigrantes les están quitando los empleos a los “nativos” y que liberarse de ellos puede hacer mejor la vida mejor en Estados Unidos.
“Si podemos deshacernos de suficientes de ellos, entonces nuestra forma de vida puede ser más sustentable”, indica.
El sospecho intenta también quitar responsabilidad a los discursos de Trump sobre los inmigrantes y asegura que su posición es anterior al gobierno del actual presidente.
“Mis opiniones sobre automatización, inmigración y demás anteceden a Trump y su campaña para presidente”, indica.
Una cuenta de Twitter con el nombre del sospechoso contiene tuits que incluyen un hashtag “BuildTheWall” (construye el muro, la frase de los seguidores del presidente de Estados Unidos), una foto con pistolas que forman la palabra “Trump” y publicaciones de Paul Joseph Watson, un youtuber de extrema derecha que trabaja con Alex Jones en InfoWars.
El mandatario, que ha sido cuestionado por sus adversarios por inspirar este tipo de actos con sus discursos antiinmigrantes, escribió en Twitter que lo sucedido había sido como un “acto de cobardía”, aunque este domingo, como muchos republicanos, atribuyó lo sucedido a supuestas enfermedades mentales de los atacantes.
Otra forma de “terrorismo”
Como ocurrió durante el ataque de Nueva Zelanda, varios analistas han señalado cómo los autores de estos tiroteos han pasado desapercibidos por gobiernos que combaten otro tipos de “actos terroristas”.
Robert Evans, un periodista que estudia el radicalismo en Internet, escribió que el manifiesto del tirador de El Paso muestra cómo el “terror” se convierte en parte de un juego y cómo se usan ciertas plataformas, como 8chan, para la radicalización hacia el supremacismo blanco.
Gordon Corera, corresponsal de seguridad de la BBC, considera también que el tiroteo en El Paso se ajusta a una tendencia creciente y perturbadora de violencia de extrema derecha a nivel internacional.
“Al igual que el ataque en Christchurch, Nueva Zelanda, en marzo, el presunto atacante se ajusta a un perfil particular: un individuo que pudo haber actuado solo pero que visitó un sitio internacional en línea que se vincula con la subcultura del extremismo, en la que otros incitan y fomentan actos violentos”, opinó.
En abril pasado, otro atacante que abrió fuego contra una sinagoga en Poway, California también publicó una diatriba antisemita en 8chan.
Según datos oficiales, el número de estadounidenses que han muerto desde el 11 de septiembre a manos de este tipo de ataques es mayor que los que han perdido la vida en actos asociados con el “terrorismo internacional”.
Sin embargo, pese a la seguridad y las múltiples campañas internacionales de combate al “terrorismo internacional” que realiza EE.UU. ninguna agencia de ese país se encarga de identificar “organizaciones terroristas” a nivel nacional.
Tampoco existe ningún delito penal asociado a este tipo de actos, y no hay ningún delito penal asociado con este acto, lo que hace que a los individuos considerados “terroristas domésticos” se les imputan cargos con base en otras leyes existentes, como “crimen de odio” o violación de leyes relacionadas con armas de fuego o asociación delictuosa.