Así lo asegura Melanie Kirkpatrick, autora de “Lady Editor”, una biografía sobre Sarah Hale, una mujer que hizo historia en Estados Unidos pero cuyo nombre es casi desconocido.
BBC NEWS MUNDO
Thanksgiving: quién fue Sarah Hale, la extraordinaria “influencer” del siglo XIX que impulsó el Día de Acción de Gracias como feriado nacional en Estados Unidos
Si Sarah Hale hubiera nacido en el siglo XXI sería tildada como una "infuencer".
Sarah Hale nació en 1788 y en sus 91 años de vida demostró muchos talentos. Fue escritora, editora, compositora, maestra y una gran luchadora por los derechos de la mujer.
Y también es la responsable de que la celebración de Thanksgiving o Día de Acción de Gracias sea considerada un feriado en todo el territorio de Estados Unidos.
¿Quién fue Sarah Hale?
“Esta es una pregunta complicada de responder. Ella era muchas cosas. En mi opinión, fue la mujer más influyente del siglo XIX en Estados Unidos”, le dice a BBC Mundo Kirkpatrick.
“Sara Hale tuvo una asombrosa influencia en la cultura del siglo XIX, aunque no es muy conocida en la actualidad“, afirma por su parte, Patricia Okker, autora de “Our Sister Editors”, sobre Hale y la tradición de las mujeres editoras de esa época en Estados Unidos.
Sarah Josepha Buell nació en Newport, New Hampshire en una familia de bajos recursos pero con una fuerte convicción en la educación igualitaria para los hijos, sin importar el género.
Por eso, cuando su marido David Hale murió en 1822 y ella quedó viuda con cinco hijos se lanzó a la aventura de trabajar de lo que mejor sabía hacer: escribir.
“Intentó convertirse en escritora profesional en un período en el que no había escritores profesionales y ciertamente tampoco mujeres”, puntualiza Kirkpatrick.
Su conocimiento literario y habilidad con la palabra hicieron que fuera editora durante 50 años de la revista más popular del período anterior a la guerra civil llamada Godey’s Lady’s Book.
Y ciertamente su trabajo de medio siglo le sirvió de plataforma para luchar por varias causas.
Educación y trabajo de la mujer
Cuando Sarah Hale empezó su carrera profesional en la década de 1820, la mitad de las mujeres estadounidenses eran analfabetas y no había ningún instituto de educación superior que las aceptara.
“La idea general era que las mujeres no eran intelectualmente iguales a los hombres. Hale argumentó que la capacidad de las mujeres era la misma a la de los hombres, lo diferente era que no habían recibido educación“, dice la historiadora Kirkpatrick.
En la revista que editaba, Hale incluía artículos sobre la educación de la mujer y poco a poco estos empezaron crear impacto en los lectores de todo el país, ayudando a cambiar la actitud nacional.
Para la década de 1870, ya había escuelas e instituciones educativas superiores que aceptaban mujeres.
Incluso ella misma se encargó de educar a mujeres y niños desarrollando innovadoras técnicas de enseñanza y hasta fue la autora de la popular canción infantil Mary had a little lamb (“María tenía un corderito”).
Pero Hale también luchó por el derecho de las mujeres a trabajar, especialmente a enseñar.
Ella argumentó que la única forma en que el país podía permitirse ofrecer educación universal y combatir el analfabetismo era contratando mujeres porque esa profesión no estaba entre las opciones primordiales de los hombres y también porque las mujeres trabajarían por salarios más bajos que ellos.
Visto con los ojos actuales, podría interpretarse que Hale defendía la explotación laboral femenina.
“Pero ella lo vio como una especie de primer paso. Las maestras eran mujeres jóvenes y solteras. Y ella pensaba que a los hombres que tenían responsabilidades familiares se les debería pagar más, porque tenían que cuidar a una esposa e hijos”, analiza Kirkpatrick.
“Con los años, ella defendió la igualdad de remuneración por el mismo trabajo, argumentando que a las mujeres se les debería pagar lo mismo que a los hombres si cumplían con los mismos estándares de educación, experiencia y antecedentes”, añade.
Y según la biógrafa, esta lucha para que las mujeres ocupen roles de docencia en Estados Unidos, “sin duda condujeron a una feminización de la profesión”.
Unión política y cultural
Otro de los grandes intereses de Sarah Hale fue la unión del país desde el aspecto cultural. Ella buscó crear una “cultura estadounidense”.
“Ella creía que las colonias que habían sido unificadas políticamente por la revolución, no lo estaban culturalmente”, asegura Kirkpatrick.
Es así que en la década de 1830 empezó a publicar artículos de estadounidenses que escribieran sobre temas estadounidenses, ya que en ese momento solo se publicaban historias que venían de Europa.
Hale le dio espacio a autores locales promocionando el trabajo de Edgar Allan Poe, Daniel Hoffman y Harriet Beecher Stowe quien escribió Uncle Tom’s cabin (“La cabaña del tío Tom”), por ejemplo.
También incluyó publicaciones sobre gastronomía estadounidense con recetas locales, además de presentar una sección de salud, moda y belleza.
“Debido a que su revista era tan popular y circulaba a nivel nacional, las mujeres estadounidenses de clase media en todas partes del país leían los mismos artículos. Y todo esto ayudó a crear una cultura estadounidense”, afirma la biógrafa.
Y como parte de esa misma idea de unificación cultural estadounidense, a Hale se le ocurrió la idea de tener un Día de Acción de Gracias nacional.
No es que la fiesta no existiese a mediados del siglo XIX (👉 aquí puedes conocer el origen de Thanksgiving)
Pero la celebración no era uniforme en todo el país y no tenía un día determinado.
Durante varios años, Hale escribió a los gobernadores y presidentes sugiriendo la idea de una fiesta que se celebre un mismo día en todo el país para unir a los estadounidenses.
Ella era “lo que hoy llamaríamos ‘influencer'”, califica Kirkpatrick.
No tuvo mucha aceptación al principio hasta que el presidente Abraham Lincoln la escuchó y lo decretó.
El nacimiento oficial del Día de Acción de Gracias como festividad fue en octubre de 1863, en medio de la Guerra de Secesión (1861-1865) que enfrentó a los estados confederados, partidarios de la esclavitud, contra los estados de la Unión, contrarios a esta.
Lincoln la convirtió en un feriado nacional, que se celebraría el último jueves de noviembre.
Desde entonces, casi todo EE.UU. celebra el Día de Acción de Gracias.
¿Una visión ingenua?
Sarah Hale tenía el propósito de unificar el país, dividido por la esclavitud, a través de una celebración.
Sin embargo, la escritora Patricia Okker cree que Hale tenía una visión ingenua de la realidad de Estados Unidos en ese entonces.
“Ella quería a cualquier precio mantener unida a la nación. Deseaba que el debate sobre la esclavitud simplemente desapareciera”, afirma.
“Ciertamente podemos aplaudir esa iniciativa que impulsó, pero esta idea de que una comida puede borrar una historia de esclavitud no es solo ingenua, es horrible“, opina la presidenta del New College of Florida.
Las diferencias continuaron pero de alguna manera la idea de Sara Hale sobre crear un Día de Acción de Gracias nacional prevaleció.
Pese a su contribución en la instalación de la fiesta más importante para los estadounidenses, su lucha por los derechos de las mujeres y su trabajo como editora, el nombre de Sarah Hale parece pasar desapercibido.
“La historia de Estados Unidos y la historia literaria del siglo XIX fueron en gran parte escritas inicialmente por hombres. Y las contribuciones de las personas de color y las mujeres se han ignorado en gran medida”, explica Okker.
Así que la razón de por qué Sara Hale no es propiamente reconocida en la historia estadounidense “es por su género”, concluye.
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