Con ese mensaje publicado este martes en su cuenta de Twitter, el mandatario venezolano Nicolás Maduro confirmó la decisión de su gobierno de enviar 1.000 milicianos al estado Apure (suroeste del país), donde desde el pasado 21 de marzo se han producido enfrentamientos entre disidentes de la exguerrilla de las FARC y militares venezolanos.
BBC NEWS MUNDO
Tensión en Apure y Arauca: qué es la “guerra de todo el pueblo”, la doctrina militar castrista con la que Maduro justificó el envío de 1.000 milicianos a la frontera con Colombia
"Les ratifico la orden a la FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana) y a la Milicia Bolivariana en el estado Apure, de aplicar la doctrina: Guerra de todo el Pueblo contra grupos irregulares y terroristas colombianos. Unión Cívico-Militar-Policial en defensa de la soberanía venezolana. ¡Cero Tolerancia!".
La Milicia Bolivariana está formada por civiles partidarios del gobierno socialista que han sido armados y entrenados.
La Milicia Bolivariana es un cuerpo formado por civiles, ideológicamente alineados con el gobierno socialista de Venezuela que han sido entrenados y armados para actuar como un componente adicional de la FANB.
Desde su creación, bajo el gobierno de Hugo Chávez, ha estado rodeada de polémica. El fallecido mandatario quiso incorporarla como parte de la Fuerza Armada Bolivariana en su propuesta de reforma constitucional que fue rechazada por los electores de 2007.
Les ratifico la orden a la FANB y a la Milicia Bolivariana en el estado Apure, de aplicar la doctrina: Guerra de todo el Pueblo contra grupos irregulares y terroristas colombianos. Unión Cívico-Militar-Policial en defensa de la soberanía venezolana. ¡Cero Tolerancia! pic.twitter.com/UrSoHGOHqs
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) April 14, 2021
En febrero de 2020, finalmente se produjo esa incorporación a través de una reforma de la Ley de la FANB aprobada por la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente (controlada por el chavismo) y que, según sus críticos, estaba actuando en usurpación de los poderes del parlamento venezolano (controlado entonces por la oposición).
“La guerra de todo el pueblo”
Detrás de la creación de esta milicia estaba la idea de Chávez de impulsar la unión “cívico-militar”, de preparar al país para una posible “guerra asimétrica” en contra de Estados Unidos, inspirado en un concepto de la doctrina militar cubana conocido como la “Guerra de todo el pueblo”, que prevé que ante un eventual ataque del “imperialismo”, las fuerzas armadas sean reforzadas por la milicia y “el pueblo en armas”.
Maduro dijo el martes que ante lo que ocurre en Apure debe haber una “guerra de todo el pueblo” y que esa experiencia sirve como “enseñanza para defender el territorio ante grupos armados por el Comando Sur” de Estados Unidos y el gobierno de Colombia, a quienes vincula con esos ataques.
Unos 6.000 residentes de Apure han tenido que cruzar la frontera hacia Colombia huyendo de estos choques armados, en los que han fallecido 8 militares venezolanos, según las autoridades de ese país.
El comandante de la Milicia Bolivariana, mayor general Manuel Bernal Martínez, dijo que los 1.000 milicianos que enviarán a Apure son voluntarios y que actuarán como una “fuerza miliciana humanitaria de protección a las comunidades” de la región.
En Cuba, la “guerra de todo el pueblo” está contemplada en la Ley de Defensa Nacional, aprobada en 1994, como parte de la doctrina militar de ese país.
Según esa legislación, la guerra de todo el pueblo, como concepción estratégica defensiva del país, “resume la experiencia histórica acumulada por la nación; se basa en el despliegue del sistema defensivo territorial como sustento de su poderío militar, y en el empleo más variado de todas las fuerzas y recursos de la sociedad y el Estado”.
Sin embargo, los orígenes de esta doctrina se vinculan al pensamiento de Fidel Castro, quien desde los primeros años de la revolución cubana se mostró partidario de incorporar de forma masiva a la población civil en la defensa del país.
Así, ya en 1959, el fallecido mandatario cubano señalaba: “Cuando cada fábrica sea una fortaleza, cuando cada sindicato sea un baluarte de la Revolución, cuando cada esquina, cada calle, cada barrio, cada loma, cada camino, cada árbol tenga un hombre que lo defienda; cuando cada uno de los sitios donde trabajan los 3.000 delegados de este Congreso sean fortalezas de la Revolución y los obreros tengan disciplina y los obreros estén unidos y los obreros tengan entrenamiento y los obreros sepan combatir; y cuando al lado de esa fuerza tremenda e invencible esté la fuerza de los campesinos en cada cooperativa, en cada pedazo de tierra —cuyos títulos les ha entregado la Revolución—, en cada montaña, en cada río, en cada valle, en cada piedra, ¿quién podrá vencer esta Revolución?”.