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Rusia y Ucrania: cómo fue la masacre nazi de Babi Yar y por qué los ucranianos la recuerdan en plena invasión rusa

Babi Yar fue el lugar de una de las masacres más grandes de la historia moderna.

El monumento en Babi Yar es un hito importante en Kiev y un lugar de peregrinación para miles de personas cada año.

El monumento en Babi Yar es un hito importante en Kiev y un lugar de peregrinación para miles de personas cada año.

Es el sitio en donde miles de judíos fueron alineados y fusilados masivamente durante el Holocausto ejecutado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

Un memorial erigido ahí, en la capital de Ucrania, es un sitio especial para el país. Tiene un significado propio para Kiev.

Por eso grupos de judíos han condenado el bombardeo sobre el memorial llevado a cabo por las tropas rusas que asedian Kiev.

En un país con una gran población judía, con un presidente judío, el ataque tiene peso.

El personal que cuida el memorial aún no ha podido acceder a él para ver la verdadera escala del daño, pero las imágenes mostraban uno de los edificios del museo en llamas.

Un edificio en llamas en Babi Yar
Babyn Yar Holocaust Memorial

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo que el ataque iba “más allá de la humanidad” y también acusó a Occidente de no hacer lo suficiente para evitar el asedio a su país.

“¿De qué sirve decir ‘nunca más’ durante 80 años, si el mundo permanece en silencio cuando cae una bomba en el mismo sitio de Babi Yar? Hubo al menos 5 muertos. La historia se repite…”, escribió en Twitter.

Advertencia: es posible que algunas de las imágenes a continuación puedan ser perturbadoras para algunas personas

Las atrocidades en Babi Yar

Babi Yar, también escrito Babyn Yar, es una de las fosas comunes más grandes de la Segunda Guerra Mundial en Europa.

La masacre en el barranco en las afueras de Kiev tuvo lugar durante dos días en septiembre de 1941.

Mientras los judíos de Ucrania huían del avance nazi, una gran población todavía vivía en la ciudad.

A decenas de miles se les dijo que se reunieran con ropa de repuesto, asumiendo que serían enviados a un campo de trabajo, pero luego fueron obligados a desvestirse y caminar hacia el barranco, donde fueron fusilados por escuadrones especiales de la muerte.

Una víctima de Babi Yar frente a los nazis
Alamy
Los nazis usaron Babi Yar como un sitio de ejecuciones entre 1941 y 1943.

Según los propios registros de los nazis, 33.771 judíos fueron asesinados en dos días.

Mientras continuaba el Holocausto, las fuerzas alemanas siguieron perpetrando crímenes horrendos en Babi Yar, usándolo como fosa común para deshacerse de hasta 100.000 cuerpos.

Así fue hasta que los soviéticos tomaron el control de Kiev nuevamente en 1943.

Además de judíos, romaníes y civiles ucranianos y prisioneros de guerra soviéticos también fueron asesinados en ese lugar.

Víctimas de Babi Yar
Alamy
Las víctimas recibieron la orden de desnudarse en el barranco antes de recibir disparos.

Cuando los alemanes se retiraban, arrasaron el barranco y quemaron los cuerpos en enormes piras para tratar de encubrir sus crímenes.

El reciente ataque de Rusia

Ese lugar es ahora un sitio de contemplación silenciosa, adonde miles de personas viajan cada año para recordar a los que murieron.

Que pueda ser dañado o destruido por un ataque militar agresivo va en contra de todo lo que representa.

Pero el significado del último ataque ruso es más profundo.

“Es simbólico que [el presidente ruso Vladimir Putin] comience a atacar Kiev bombardeando el sitio de Babi Yar, la mayor masacre nazi”, dijo el presidente de la junta asesora del memorial, Natan Sharansky.

El ataque cerca de Babi Yar
Reuters
Una torre de televisión a un costado de Babi Yar resultó dañada por el ataque ruso, el cual dejó 5 fallecidos.

La semana pasada, Putin llamó a los líderes de Ucrania “neonazis” y dijo que el objetivo de la operación militar rusa era la “desnazificación” del país.

Sharansky apuntó que el líder ruso trató de “distorsionar y manipular el Holocausto para justificar una invasión ilegal de un país democrático soberano” en un movimiento “absolutamente abominable”.

Yad Vashem, el museo conmemorativo del Holocausto en Israel, se hizo eco de esto y pidió el fin del “abuso y distorsión de la memoria del Holocausto”.

El presidente Zelensky ha contado a menudo su “historia de cuatro hermanos” -su abuelo y tres tíos abuelos- los cuales lucharon en el ejército soviético contra la Alemania nazi. Solo su abuelo sobrevivió.

“Tal ataque con misiles muestra que para muchas personas en Rusia, nuestra Kiev es completamente extranjera. No saben nada sobre nuestra capital o sobre nuestra historia”, dijo Zelensky después del ataque.

“Pero tienen una orden para borrar nuestra historia. Borrar nuestro país. Borrarnos a todos”.

La sinagoga de Babi Yar
AFP
La sinagoga en el lugar se inauguró oficialmente en mayo de 2021.

Mientras que las cifras oficiales sitúan la población judía de Ucrania en 43.000, el Congreso Judío Europeo cree que asciende al menos a 360.000.

Borrando la historia

Los soviéticos intentaron borrar la brutal historia de Babi Yar una y otra vez, en un esfuerzo por suprimir cualquier mención de las atrocidades cometidas contra los judíos, le dijo Sharansky a la BBC.

“Intentaron destruir físicamente estas tumbas y borrar la historia. Es increíble lo importante que fue para los soviéticos cambiar la naturaleza del lugar”, explicó.

Unos años después de que los nazis quisieran cubrir sus propios huellas, los soviéticos intentaron llenar el barranco con barro.

Luego, en la década de 1960, proyectaron la construcción de un estadio deportivo.

Sharansky dijo que la construcción de la torre de televisión adyacente al monumento en la década de 1970 fue otro intento de “destruir la memoria del Holocausto”.

“Hubo tantos intentos de borrar Babi Yar y cambiar su naturaleza, pero finalmente lo convertimos en un gran monumento y eso una vez más se ve ensombrecido por la agresión rusa”, lamentó.

Volodymyr Zelensky en Babi Yar
Getty Images
El presidente Zelensky es judío. En la foto se le ve en la Menorá de Babi Yar.

Durante décadas de dominio soviético no había una gran señal que marcara el lugar de la masacre, excepto un simple obelisco que se refería a las víctimas “soviéticas”, sin mencionar a los judíos, que fueron las principales víctimas.

Finalmente, en la década de 1990, se erigió un gran monumento a la Menorá, cuando la Ucrania independiente decidió conmemorar a las víctimas judías. Y el año pasado se abrió una sinagoga.

“En lugar de estar sujetos a una violencia flagrante, los sitios sagrados como Babi Yar deben ser protegidos“, dijo Yad Vashem en un comunicado.


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