En una huerta de Segovia, y con motivo del Hay Festival que se acaba de celebrar en esta ciudad castellana, el artista colombiano Ricardo Cárdenas ha reproducido los efectos de la deforestación en la Amazonia con sus esculturas creadas a base de geometría, materiales y estructuras.
BBC NEWS MUNDO
Ricardo Cárdenas, el escultor colombiano que juega con la geometría para mostrar la deforestación del Amazonas
El artista colombiano Ricardo Cárdenas trae a Europa sus esculturas, donde juega con la geometría que encuentra en la naturaleza para denunciar la deforestación de la Amazonia.
Ricardo Cárdenas reproduce los efectos de la desforestación en la Amazonia con sus esculturas. Foto: Elena Ayuso
“Esculturas en libertad” es el título de esta exposición que se presentó en Segovia recientemente y que se mudará a La Casa delle Letterature en Roma, a partir del 15 de octubre, con el título “La Amazonia robada”.
“Desde siempre mi obra trata temas de la naturaleza: geometría, formas, estructuras… Durante muchísimos años lo he hecho así. Yo soy ingeniero civil de formación y después de estudiar me preocupé más por las estructuras, por las composiciones”, explica.
“Al mismo tiempo que estudiaba ingeniería, cursé Bellas Artes. Después hice una maestría en Ingeniería de los materiales, porque pensé que conocerlos en profundidad me iba a ayudar en mis obras. También trabajé en una empresa metalúrgica, lo cual también me aportó mucho“, confiesa Cárdenas.
Un artista que utiliza material reciclado
Las exposiciones de este creador colombiano ofrecen la posibilidad de tocar las obras e incluso de pasear en su interior. El artista representa los elementos de la naturaleza tomando sus formas geométricas y representándolas con un lenguaje abstracto.
El recorrido comienza con un bosque, a través del cual el espectador puede caminar. El escenario tiene la misma forma que la huella visible que podemos encontrar en Google Earth con las coordenadas que da titulo a la obra: 1º27’54.93’N x 72º35’29.75’W y que corresponden al Parque de Chiribiquete, en la amazonia colombiana.
“La huella de la deforestación yo la tomo de la realidad que me muestra Google Earth, reproduciendo las mismas formas en mis instalaciones. Es una forma que geométricamente es muy bonita, aunque su significado no lo sea tanto porque representa lo que está árido, lo que ya no tiene árboles en el manglar“, explica Cárdenas.
“Ese vacío es la huella, y por ella podemos caminar”.
La obra es un bosque compuesto por tubos de aluminio pintados de color blanco y cuyo interior representa el volumen de la masa forestal perdida, representada geométricamente con total fidelidad a la real.
La segunda escultura se llama 1º28’10”N x 72º 35′ 14”W y corresponde a otra huella de deforestación cuyas coordenadas son las que dan título a la escultura. En este caso se trata de un manglar, realizado con tubos de aluminio pintados de color amarillo y cáñamo.
Cárdenas decidió emplear cáñamo por su carga de simbolismo, “ya que es una fibra que procede del cannabis, cuyo cultivo constituye una de las causas del desastre que está ocurriendo en Amazonia“.
El artista siempre trata de reutilizar y reciclar el material, con el cual da forma espontánea a nuevas piezas para una próxima exposición efímera. Un proceso creativo que comienza en el dibujo técnico de la obra, que detalla todas las piezas con precisión, hasta el acabado final de los materiales empleados: metales, plásticos y maderas.
Nubes y nidos de acero
Además de estas huellas, las obras principales y más representativas de Cárdenas están diseminadas por el jardín que las acoge: son los nidos y las nubes. Las nubes tienen una fuerte carga simbólica para el artista, ya que representan la escasez de lluvia que ha provocado el cambio climático.
Dos de ellas tienen una estructura metálica constituida con material plástico pintado de color blanco.
Hay una tercera nube, mucho mas pequeña, de acero. “Parece la más frágil, pero es la más robusta por el material con la que está hecha. Es gris, es la que aporta agua… en realidad, es la más fuerte”, bromea el escultor.
Los nidos son composiciones de líneas realizadas con acero. Lo primero que sorprende es la habilidad del artista para convertir el acero en una escultura grácil y dinámica.
“Las aves se hacen con pequeñas ramitas que estructuralmente no aporta nada, es muy frágil, pero lo ponen de tal forma que termina siendo una estructura robusta que aguanta todo, lluvia, intemperie… y sirve de hogar”, explica Cárdenas.
“Me encanta hacer nidos porque es un ejercicio que me conecta con el dibujo, ya que es una composición de líneas muy espontánea”.
Van Gogh como inspiración
Cárdenas no se olvida de la lluvia, que está presente también en el recorrido. En esta ocasión de sirve de unas plataformas sobre las que se disponen numerosas piezas metálicas dispuestas al azar. En realidad, es un homenaje a los impresionistas, que desde siempre ejercieron una gran influencia sobre el escultor colombiano.
“Me inspiro en la obra de Van Gogh “Campos de trigo con cuervos“ y dispongo la lluvia de la misma forma que él creó el campo de trigo: a brochazos. Así comienzo a lanzar las piezas sobre la plataforma que me sirve de lienzo”. Y según los colores empleados, es lluvia en estación seca o en primavera.
Tres columnas constituidas de piezas metálicas pintadas de rojo, blanco y amarillo y que nos recuerdan las columnas del artista venezolano Mateo Manaure, evocan las estructuras urbanas, los volúmenes de la gran ciudad, que ha tomado espacio prestado a la naturaleza, interviniendo y conviviendo con ella a la vez, con total respeto.
Es el mismo respeto con el que el público puede desmantelar una de las esculturas de Cárdenas. Es un pequeño manglar constituido por numerosas varas dispuestas en vertical sobre una plataforma.
El espectador puede caminar en su interior y tomar un palo para volver a insertarlo, a sembrarlo, en otra plataforma dando así lugar a una nueva obra. “Con ello demuestro que el hombre puede desmantelar elementos de la naturaleza, pero también puede reciclarlos y dar lugar a una nueva vida, a una nueva obra”, apunta el artista.
Ricardo Cárdenas, un escultor obsesionado por la naturaleza, se aleja de la composición figurativa para representarla copiando sus propias formas geométricas con un lenguaje abstracto con el que hace entender su mensaje: el hombre puede salvar el planeta.
No en vano el término geometría viene del griego ge (tierra) y de metrón (medida). Es la ciencia que estudia la medida de la Tierra, la exploración del mundo exterior.