Se trata de la mayor investigación que la Fiscalía salvadoreña realiza en los últimos años y la declaración de un testigo clave ha sido esencial en el proceso.
BBC NEWS MUNDO
MS13: 5 claves para entender el “histórico” juicio a los pandilleros de la Mara Salvatrucha en El Salvador
Más de 400 miembros y cabecillas de la Mara Salvatrucha, también conocida como MS13, enfrentan un histórico juicio en El Salvador.
La principal prueba en contra de los 426 imputados detenidos es un testigo clave identificado como Noé, un antiguo miembro de la pandilla. Foto: Getty Images
Desde que se inició el martes pasado, en el proceso que se lleva a cabo en San Salvador ya han comparecido 16 acusados de estar vinculados a la banda.
El resto de los imputados (400) serán juzgados desde prisión con ayuda de videoconferencias debido a que se encuentran en prisiones que limitan las salidas de sus reclusos.
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La mayoría de los imputados fueron capturados en febrero de 2018 durante la Operación Cuscatlán contra la Mara Salvatrucha en la que se incautaron bienes por más de US$1,8 millones.
Se espera que el juicio se extienda hasta noviembre debido a la gran cantidad de acusados, de testimonios y de evidencia.
¿Cómo se logró identificar a los pandilleros?
La Fiscalía informó que recolectó declaraciones de 150 testigos, aunque durante el juicio sólo presentarán 34.
Sin embargo, la principal prueba en contra de los 426 imputados detenidos es un testigo clave identificado como Noé en el proceso judicial.
El informante, quien era miembro de la pandilla, describió con detalles las operaciones de la Mara Salvatrucha en los últimos años.
Según medios de comunicación en El Salvador, Noé es capaz de identificar por nombre y sobrenombre a cada uno de los acusados.
En su testimonio aseguró que cabecillas de la Mara Salvatrucha ordenaban homicidios y extorsiones desde Zacatraz, un penal de máxima seguridad en la ciudad de Zacatecoluca, en el centro-sur de El Salvador.
Su identidad real se mantiene en total anonimato.
¿Quiénes son los principales acusados?
Entre los acusados figura el máximo cabecilla de la Mara Salvatrucha, Borromeo Enrique Henríquez Solórzano, alias “Diablito de Hollywood”.
El Diablito integra la lista negra de Estados Unidos de los máximos criminales del mundo.
Saúl Antonio Turcios Angel, alias el Trece, es otro de los imputados. Turcios está acusado de armar una red de colaboradores en la que entregaba dinero ilícito para invertirlo en otros negocios, según informaciones de la Fiscalía.
Igualmente se acusa a Dionisio Arístides Umanzor Osorio, alias el Sirra, quien fue condenado en 2000 a 33 años de prisión por delitos de homicidio, secuestro y daños agravados.
Otros cabecillas de la pandilla como Helmer Canales Rivera, el Croock de Hollywood; Ricardo Adalberto Díaz, el Rata de Leedwards; Pedro Benjamín Rivas Zelaya, Snyper, y Edson Sachary Eufemia, el Spyry de Park View, también están entre los enjuiciados.
Según Ricardo Sosa, experto salvadoreño en criminología y seguridad, se trata de un momento histórico para su país.
“Es la primera vez que en El Salvador se hace un juicio con tantos imputados, indudablemente es un proceso que marca historia en el país”, asegura.
¿De qué los acusan?
Los pandilleros de la Mara Salvatrucha están acusados de decenas de delitos.
Homicidio agravado, tráfico de estupefacientes, conspiración de actos de terrorismo, lavado de dinero, compra y tráfico de armas, son solo algunos de ellos.
“El principal objetivo de estas estructuras es obtener altas ganancias lucrativas que beneficia solamente a los que las gobiernan, mientras la mayoría continúa viviendo en condiciones paupérrimas”, afirma Sosa.
“Es una operación que ha mostrado por su efectividad que la Fiscalía y la Policía Nacional han encontrado una ruta para golpear estas estructuras criminales y desmantelarlas”, agrega el experto.
¿Qué se espera del juicio?
Las autoridades salvadoreñas esperan que un juez especializado condene a los principales cabecillas por sus delitos y a sus ayudantes.
Con la ayuda de los testimonios y de Noé, la Fiscalía quiere demostrar que la Mara Salvatrucha es una organización terrorista con presencia en todo el territorio salvadoreño.
“Es un golpe que llena de esperanza al pueblo salvadoreño, confiamos en que esto abra la posibilidad de que el crimen y el delito comiencen a disminuir considerablemente en el país”, afirma Sosa.
“En los últimos cuatro meses, los indicadores han mostrado que el cambio estratégico realizado por la Fiscalía en coordinación con la Policía y un mayor nivel de inteligencia y contrainteligencia está funcionando”, agrega.
“Están golpeando a las organizaciones criminales donde más les duele: en sus finanzas”.
Para el salvadoreño, en el país “se espera que las investigaciones y las pesquisas que han desarrollado las unidades especializadas de investigación de la Fiscalía y de la Policía brinden los resultados esperados”.
“También se espera que los jueces ordenen sentencias y condenas contundentes y que se envíe un mensaje a las estructuras criminales que operan en El Salvador, que se les muestre que las autoridades han encontrado la manera de combatirlas”.
¿Qué tan importante es esta pandilla?
En 2011, el Departamento del Tesoro estadounidense designó a la Mara Salvatrucha como una organización criminal internacional.
Fue la primera banda callejera en formar parte de esta “lista negra”.
La Mara Salvatrucha opera principalmente en Centroamérica y en EE.UU., pero se han encontrado células de la organización en otros países americanos como México y Canadá, e incluso en Europa.
La MS13 ganó fuerza en las calles de Los Ángeles, en el estado de California, en la década de los 80. Una década más tarde sus operaciones se expandieron en algunos países de América Central, después de que EE.UU. comenzara a deportar salvadoreños.
Según estimaciones del FBI, la organización contaba con 10.000 miembros activos en Estados Unidos y decenas de miles más en Latinoamérica en el año 2009.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha manifestado en diferentes ocasiones su deseo de erradicar este tipo de organizaciones que operan en EE.UU.
“No son personas, estos son animales y tenemos que ser muy, muy duros”, dijo el mandatario en mayo de 2018 durante un discurso en Long Island, en el estado de Nueva York.