El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la canciller de Alemania, Ángela Merkel, se encontraron por primera vez cara a cara en la Casa Blanca.
BBC NEWS MUNDO
El cara a cara del extravagante e impulsivo Donald Trump con la pragmática y reservada Angela Merkel
El "hombre más poderoso del mundo" se reunió este viernes con una de las mujeres más influyentes, o tal vez la más.
Se trata de dos personalidades de lo más diferentes. Como apunta Jenny Hill, corresponsal de la BBC en Berlín, “él es extravagante, impulsivo y con una tendencia a retóricas que disparan las alertas en Berlín. Ella es reservada, pragmática y medita cada decisión”.
Aunque para Trump, ambos “al menos” tienen “algo en común”: que sus comunicaciones fueron intervenidas por el gobierno de Barack Obama.
El presidente hacía referencia a sus infundadas acusaciones de que su antecesor intervino teléfonos de la Torre Trump durante la campaña electoral y a la noticia de que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) espió las comunicaciones de la canciller alemana, según filtró en su momento WikiLeaks.
Fiel a su estilo espontáneo, el comentario de Trump durante la conferencia conjunta provocó risas en la sala.
El Comité de Inteligencia del Senado estadounidense descartó esta semana las acusaciones de escuchas telefónicas hechas por Trump contra Obama.
Trump niega ser aislacionista
Los líderes hablaron de comercio, empleo, inmigración, seguridad nacional e internacional, entre otros temas.
En particular, respecto a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán), uno de los temas calientes de la reunión,
Trump dijo en conferencia que le reiteró a Merkel su apoyo al organismo pero que enfatizó que muchos países no pagan “lo suficiente”.
Respecto de las políticas económicas, Trump negó que fuera un “aislacionista”: “Creo en el comercio libre y justo”. Afirmó que Alemania consiguió acuerdos con EE. UU. que los favorecen y perjudican al país norteamericano.
Hill explica que el desafío para la canciller es “construir una relación de trabajo con Trump sin parecer que sacrifica sus propios valores o decepcionar a los que quieren convertirla en el último defensor de Occidente de esos ideales democráticos”.
De acuerdo con una reciente encuesta realizada en Alemania, la confianza en EE. UU. bajo la administración Trump cayó a tal punto que está a la par de la Rusia de Vladimir Putin.
Según Hill, dado lo “profundamente impopular” que es Trump entre los alemanes, “Ángela Merkel debe caminar en la cuerda floja diplomática”.
Ejemplo de ello fue la tradicional sesión de fotos en la Oficina Oval del presidente de EE. UU. junto a la persona que está recibiendo.
Si bien Trump y Merkel describieron su primera reunión como “muy buena”, durante la sesión de fotos, ambos ignoraron los pedidos de estrecharse las manos para el retrato oficial.
Dos líderes muy distintos
Como apunta Hill, entre ambos destaca la diferencia de personalidad. Trump tiende a ser muy llamativo mientras la alemana elude las estridencias.
En enero, Trump dijo que la canciller alemana cometió un “error catastrófico” al permitir que cientos de miles de refugiados e inmigrantes ingresaran al país europeo.
Merkel, por su parte, criticó al presidente de EE. UU. por su controversial veto migratorio a países de mayoría musulmana.
E incluso en enero, durante una llamada telefónica, la alemana le explicó a Trump que la Convención de Ginebra obliga a los países adheridos, incluyendo EE.UU., a recibir refugiados de guerra por razones humanitarias.
Pero a pesar de estas y otras diferencias, ambos saben que su relación puede tener consecuencias a largo plazo para el futuro de Europa y más allá.
De hecho, la canciller alemana tenía un vínculo estrecho con los dos predecesores inmediatos de Trump, Barack Obama y George W. Bush.
“Alemania y EE. UU. están unidos por sus valores: democracia, libertad, respeto por la ley y dignidad de los seres humanos sin importar su origen, color de piel, religión, género, orientación sexual o posición política”, dijo Merkel en noviembre, el día siguiente de conocerse la victoria electoral de Trump.