En un comunicado divulgado a través de la cuenta de Twitter del mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, se informa además que San Salvador reconoce como al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el diputado opositor Juan Guaidó, como presidente encargado de ese país hasta que “se realicen elecciones libres”.
BBC NEWS MUNDO
Crisis en Venezuela: el gobierno de El Salvador expulsa a los diplomáticos nombrados por Maduro y reconoce a Guaidó como presidente encargado
El gobierno de El Salvador ordenó este sábado la expulsión de ese país de los representantes diplomáticos venezolanos nombrados por el Ejecutivo de Nicolás Maduro.
El gobierno de Bukele otorgó a los diplomáticos venezolanos un plazo de 48 horas para abandonar el país. GETTY IMAGES
El texto señala que la decisión de expulsar a los diplomáticos nombrados por Maduro es “coherente” con las declaraciones ofrecidas por Bukele en las que no reconoce la legitimidad del gobernante venezolano.
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Además, se indica que la medida está en concordancia con el voto de El Salvador en la sesión de la OEA del pasado 28 de agosto, en la cual 21 países aprobaron una resolución en respaldo al informe de la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, “en donde se admitió y certificó que el régimen de Nicolás Maduro realiza violaciones sistemáticas a los derechos humanos contra los venezolanos”.
El texto otorga un plazo de 48 horas para que los diplomáticos venezolanos abandonen El Salvador.
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— Nayib Bukele (@nayibbukele) November 3, 2019
Al mismo tiempo, el gobierno de Bukele anunció que “reconoce la legitimidad del presidente encargado, Juan Guaidó”, hasta que se realicen elecciones libres, en concordancia con la Constitución venezolana.
“En un futuro cercano, el gobierno salvadoreño espera la recepción de credenciales de la nueva representación diplomática de Venezuela”, añade el comunicado.
El texto concluye indicando que El Salvador “apoyará votaciones libres, supervisadas por la comunidad internacional y que garanticen la voluntad del pueblo hermano de Venezuela”.
Medida inusual
Más de medio centenar de gobiernos alrededor del mundo han desconocido la legitimidad de Nicolás Maduro desde que en enero de este años él se juramentó como presidente de Venezuela para un segundo período, tras haber ganado su reelección en unos comicios considerados fraudulentos por la oposición venezolana y por parte de la comunidad internacional.
Sobre la base de esa premisa y argumentando la aplicación de algunos artículos de la Constitución venezolana, el 23 de enero pasado Guaidó se juramentó como presidente encargado del país con el objetivo formal de llevar a Venezuela hacia la realización de un proceso de “elecciones libres”.
Maduro, por su parte, acusa al dirigente opositor de formar parte de un intento de golpe de Estado auspiciado por Estados Unidos.
El gobierno de Donald Trump fue el primero en el mundo en reconocer a Guaidó como presidente legítimo y ha impuesto abiertamente un conjunto de sanciones con miras a intentar forzar un cambio de régimen en Venezuela.
Guaidó también cuenta con el apoyo de la Unión Europea y de la mayor parte de los países de América Latina, agrupados en el llamado Grupo de Lima.
Muchos de estos gobiernos han aceptado recibir a “representantes” nombrados por Guaidó, pero pocos han dado el paso de expulsar a los diplomáticos nombrados por Maduro.
El anuncio de Bukele no produjo una respuesta inmediata del gobierno de Maduro.
De acuerdo con un post publicado en la página oficial en Facebook de la embajada de Venezuela en El Salvador, la embajadora Nora Uribe dejó ese puesto a mediados de octubre luego de pasar allí 9 años.
Internacionalmente, Maduro cuenta con el apoyo de Rusia, China, Irán, Turquía, Cuba, Nicaragua y Bolivia, entre otros, así como con el de los países miembros del Movimiento de No Alineados (MNOAL), conformado por una mayoría de gobiernos de Asia y de África.
Fue precisamente gracias a los votos del MNOAL que el gobierno de Maduro logró ser electo recientemente como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, paradójicamente el mismo organismo que, basado en el informe de Bachelet citado por Bukele, decidió pedir una investigación contra Venezuela por violaciones contra los derechos humanos.